La editorial palentina Aruz Ediciones acaba de publicar el número 13 de la Colección ‘Historia de la Montaña Palentina’, una edición que recoge diferentes estudios sobre el pasado de la comarca norteña, con investigaciones que van desde la Prehistoria hasta nuestros días. Esta colección, de periodicidad bienal y cuyo primer número vio la luz en 2006, se ha convertido en un recurso de gran valor para conocer la historia del norte de la provincia, ya que desde su creación ha difundido un total de 55 artículos, unos estudios en los que han participado 60 autores diferentes.
El último número tiene como principal novedad la incorporación de un apartado específico dedicado a la memoria oral, un espacio reservado a personas de la comarca cuyos testimonios suponen otra forma de acceder al pasado y aportan un valioso conocimiento. Con este propósito, la publicación recoge las entrevistas realizadas a Paulino Pérez (vecino de Rebanal de las Llantas que trabajó en la elaboración del carbón vegetal, en la creación de piezas de carpintería que luego vendía por Tierra de Campos y en las minas de hierro de San Martín, entre otros oficios), Damián Simal (natural de Quintanaluengos y uno de los artistas más reconocidos de la Montaña Palentina) y Carlina García (mujer de Villanueva de la Torre de gran popularidad que regentó un negocio familiar y que durante décadas ha enseñado a los visitantes la bella iglesia de su localidad). Los autores de cada una de estas entrevistas han sido Wifredo Román, Edgar Arroyo y Andrea Benito.
Además de esta novedad, la Colección de Historia de la Montaña Palentina ha incorporado el apartado Memoria gráfica: imágenes para el recuerdo, en el que muestra valiosas fotografías antiguas, y ha ampliado a cinco el número de artículos escritos por distintos especialistas y divulgadores.
El primero de ellos está dedicado al castillo de Guardo y ha sido escrito por Alberto Andrés, quien sitúa el origen de la fortaleza en el siglo X, en pleno proceso de repoblación, y cita su primera referencia documental en el siglo XIII. Gracias a las campañas de excavación desarrolladas entre 1992 y 1995 es posible también señalar que tuvo una ocupación estable al menos entre los siglos XII y XIV. Posteriormente, por lo menos hasta mediados del siglo XVI, mantuvo vigente la figura del alcaide y fue objeto de obras de reparación en su fábrica. A partir de ese momento aparece sumido en una prolongada decadencia, corroborada por los cronistas del siglo XIX que certifican su estado ruinoso en esa centuria.
El segundo artículo es obra del historiador aguilarense Alberto Corada y está dedicado a las distintas mojoneras realizadas por los pueblos de Estalaya, Verdeña, San Felices, San Salvador y Cervera entre 1633 y 1922. Corada hace un recorrido por aquellos antiguos acuerdos, establecidos para delimitar el uso de los territorios colindantes, y aporta un trabajo de gran interés para conocer las fórmulas de gestión territorial en la Edad Moderna y Contemporánea. Hoy, muchos de los mojones que formaron parte de aquellas demarcaciones seculares siguen en sus emplazamientos originales, escondidos entre la vegetación de bosques y valles y convertidos en un testimonio de las costumbres ancestrales transmitidas de generación en generación.
El tercer artículo lleva la firma de Luis Fernández Salazar y está dedicado a los negocios del aguilarense Valentín Alonso Villalobos (1831-1902), lo que supone un acercamiento al interesante universo económico y comercial de la segunda mitad del siglo XIX. Un periodo especialmente intenso en la zona de Aguilar y Barruelo, donde Valentín centro su actividad, ya que es entonces cuando irrumpe el transporte por ferrocarril, se impulsa la industria harinera y alcanza verdadera entidad la explotación de las minas barruelanas. Los libros de cuentas y la correspondencia de Alonso Villalobos recogen detalles de todos esos procesos, aportando además una completa información de negocios como el molino de Revilla de Santullán, del que fue propietario entre 1866 y 1902.
El siguiente estudio está dedicado al valle de Ordejón, una antigua demarcación histórica a la que pertenecen las localidades de Barrio de Santa María, Barrio de San Pedro y Foldada. De este último pueblo es la autora del artículo, Tais Roldán, quien, a través de los testimonios y las referencias escuchadas a los más mayores, aborda diversos temas referidos a aspectos costumbristas, económicos y festivos, además de añadir varias referencias documentales y alguna curiosa anécdota.
Finalmente, Luis Manuel Mediavilla aporta un texto sobre la ermita del Santo Cristo, un templo de gran recorrido histórico situado en el pueblo de Las Heras. Destaca en el pasado su vinculación con el Concejo de los 24 lugares de La Peña, una institución que reunía a 24 localidades cercanas. Cientos de vecinos de esas poblaciones acudían cada año a la ermita para asistir a las rogativas y a la tradicional fiesta en común de los 24 lugares de La Peña, el 14 de septiembre.
El decimotercer número de la Colección de Historia de la Montaña Palentina cuenta con la colaboración de la Diputación de Palencia y se encuentra ya a la venta en las librerías de Palencia y de la provincia a un precio de quince euros.