32 mujeres y 31 hombres han participado este año en las tres ediciones de la Escuela de Pastores, impartidas dentro del proyecto Reactiva Brañosera. Dos de ellas se han realizado en Ávila y una en Aguilar de Campoo, con clases teórico-prácticas y profesores especializados. No solo han conocido el oficio de primera mano, sino que ahora cuentan con los recursos necesarios para poder convertirlo en una salida laboral de futuro.
Reactiva Brañosera es posible gracias al apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
“Hemos trabajado desde conceptos básicos como diferenciar los tipos de ganado y las razas que hay dentro de cada uno de ellos, a cuestiones más técnicas como el trabajo con los perros pastores o la implantación de las nuevas tecnologías a la ganadería, que han llegado para quedarse y que deben conocer”, explica Javier de los Nietos Miguel, profesor de la Escuela de Pastores.

Arraigo, futuro y sentido
Si aún hay quien piensa que las Escuelas de Pastores trasladan una visión bucólica e idealizada del oficio, se engañan. “Es todo lo contrario”, asegura Javier, “aquí les desengañamos, les explicamos exactamente en qué consiste el oficio y, sobre todo, por qué es necesario”. Así, quienes han participado en la Escuela de Pastores saben que “a la ganadería le rodea muchísima burocracia y muchos planes de negocio”.
De hecho, para poderte dedicar a ello es importante tener en cuenta varios factores. “Primero han de salirte los números, hay que echar muchas cuentas; saber implantarse en una localidad; estar seguro de que cuentas con el territorio suficiente y con el espacio de trabajo adecuado y, por supuesto, con las infraestructuras necesarias”, concreta Javier.
Pese a las dificultades u obstáculos que puedan surgir, tanto el profesorado como el alumnado defienden que el pastoreo es un oficio de futuro y absolutamente necesario para mantener el equilibrio natural en territorios rurales, especialmente en zonas de montaña. “Necesitamos devolverle el sentido y el valor a un terreno que lo tenía y que por ello era importante para la gente, vivían de ello”, resume Javier, quien tiene claro que “la ganadería extensiva tradicional ya sea trashumancia o rebaños estantes, es básica para conseguirlo y tiene futuro. Además, la necesitamos, porque los rebaños prestan un importante servicio ambiental”.
De hecho, el proyecto Reactiva Brañosera está demostrando que la presencia de ganado en los montes ayuda a mantener su diversidad estructural, al controlar el crecimiento desmedido de matorrales, y enriquece los suelos a través de sus aportes naturales, favoreciendo una rica biodiversidad tanto vegetal como animal. Además, el ganado actúa como un elemento esencial en la creación de un paisaje en mosaico, donde puedan convivir huertos, sembrados, pastos y diferentes tipos de bosque. En definitiva, un paisaje más sostenible y capaz de afrontar los posibles efectos del cambio climático o los incendios.
Reactiva Brañosera
La Escuela de Pastores es tan solo una de las múltiples actividades que se están desarrollando dentro del proyecto Reactiva Brañosera, promovido por la Fundación Santa María la Real y el ayuntamiento Brañosera, en colaboración con la Fundación Ávila y la Universidad de Valladolid. La meta final del proyecto es generar conocimiento científico sobre la evolución de los paisajes de montaña, diseñar estrategias de manejo sostenible de bosques y pastos y mejorar los servicios ecológicos del primer municipio de España.
Finalmente, cabe recordar que Reactiva Brañosera es posible gracias al apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. El proyecto se extenderá hasta finales de este año y cuenta con un presupuesto de 1.585.818,57 euros.




