El equipo del Plan Románico Norte, promovido por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, ha finalizado la intervención en la iglesia de la localidad palentina de Salcedillo. Las obras, ejecutadas por técnicos de la Fundación Santa María la Real, se han centrado en la renovación de la cubierta y en la eliminación de humedades.
La actuación ha estado orientada a corregir los problemas detectados en el templo, derivados sobre todo de la humedad. Por este motivo, las obras han supuesto la renovación de las cubiertas de nave, ábside y sacristía. Se ha prestado especial atención a la ejecución de los remates y se han retirado las bajantes de pvc, para minimizar su impacto visual.
Del mismo modo, se ha procurado dotar al interior del templo de una imagen más acorde con el resto del edificio, mediante la colocación de un pavimento continuo de “opus signinum” y con la renovación de los acabados de los paramentos. Por otro lado, se ha intervenido en las carpinterías, instalando láminas de alabastro translúcido en los huecos de las ventanas.
Durante la ejecución de la obra, específicamente del picado del enfoscado que recubría la estructura del templo, quedaron en evidencia unas grietas que afectaban las vigas de la cubierta. Así, tras realizar los análisis pertinentes, se determinó instalar un refuerzo de acero, para garantizar su estabilidad.
Finalmente, en el entorno de la iglesia se ha llevado a cabo una actuación que ha logrado mejorar el aspecto general del templo y que redundará además en la mejora de su conservación. Todo ello ha sido posible gracias a las intervenciones de consolidación y drenaje de las ruinas de la primitiva nave lateral, que han permitido solucionar los problemas de humedad que desde ahí derivaban hacia el templo.
Origen románico
Cabe recordar que, aunque ha sufrido importantes modificaciones a lo largo de su historia, la iglesia de San Martín Obispo es un pequeño templo de origen románico. El cambio más importante se produjo durante la revolución de 1934, durante la cual, un incendio acabó con el derrumbe de las cubiertas y de la nave norte. Posteriormente, se cegó ese espacio, dejando la distribución espacial tal cual la vemos hoy día. Además, la entrada fue modificada al eliminarse un pórtico de acceso que protegía la magnífica portada románica, de medio punto, compuesta por tres arquivoltas, que descansan sobre capiteles decorados, sin duda, el elemento más destacado del edificio.