Asaja Palencia denuncia el desorbitado aumento del precio de los medios de producción que están sufriendo los ganaderos de vacuno, mientras la industria estrangula cualquier opción de rentabilidad al pagar cada vez menos por el litro de leche. La subida de costes en la alimentación del ganado responde a un espectacular encarecimiento de todas las materias primas utilizadas en la fabricación de piensos: cereales, oleaginosas, proteaginosas y forrajes.
Es el caso de la soja, base importante de la alimentación de las vacas, que ha pasado de 40 céntimos a 60 en dos meses; de la alfalfa, que ha experimentado un incremento de 20 céntimos a 32 desde principio de campaña; del maíz, que se han encarecido desde las 20 cétimos a 25 ; o del forraje, que ha experimentado una subida de 10 pesetas el kilo en el mismo plazo.
“Para que el consumidor tenga una idea de lo que vale alimentar al ganado, debe saber que una ración de alimento al día para producir 35 litros de leche ha pasado en sólo dos meses de 900 a 1.500 pesetas”, señalan los técnicos de ASAJA.
Unos incrementos de los medios de producción –al que se añaden los costes de energía y gasóleo- que el sector no puede aguantar, ya que el precio que percibe por el litro de leche se sitúa a día de hoy en una horquilla de 28 a 30 céntimos. ASAJA PALENCIA calcula que el ganadero sólo puede encontrar rentabilidad si percibe un mínimo de 38,5 céntimos por litro, si tenemos en cuenta el precio de los imputs en la actualidad.
Como ejemplo, decir que las explotaciones que combinan agricultura con ganadería hubieran obtenido mayor rentabilidad de haber vendido la producción agrícola que dedicándola a autoabastecimiento. “Si se mantienen los precios del pienso tal y como están ahora, en dos meses desaparecerá más de la mitad de las explotaciones ganaderas de leche en la provincia”, señala la organización agraria, y añade que “no se puede optimizar la producción cuando los márgenes de mejora están agotados”.