Las obras han incluido la colocación de una estructura metálica de apeo de la espadaña, la reconstrucción de la bóveda y el refuerzo del arco del coro. Estos trabajos se han realizado de manera urgente para evitar el derrumbe total de la iglesia y garantizar la seguridad del entorno ante el riesgo de desprendimientos ocasionado por el avanzado nivel de degradación de la ruina.
El delegado territorial de la Junta, Luis Domingo González, se acercó a Carrión de los Condes para observar el estado de las ruinas y de la espadaña de la iglesia de San Francisco después de la finalización de las obras realizadas de manera urgente para garantizar su conservación. En estos trabajos la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, ha empleado 66.792 euros.
La iglesia se encuentra en estado de ruina desde que, en la década de los 80, perdiera la cubierta y se derrumbaran las bóvedas, permitiendo la entrada de agua directamente a los muros. A pesar de los trabajos realizados para conservar la infraestructura, las inclemencias meteorológicas de los últimos años han favorecido una mayor erosión y degradación de la iglesia de San Francisco. Este deterioro ha provocado movimientos fuertes en la estructura y desprendimientos de varias piezas de la bóveda y de los arcos. El signo más evidente se puede ver en el aumento de la inclinación de la espadaña, que supera el límite seguro para sujetarse a sí misma. Este hecho ha ocasionado movimientos en los muros y ha intensificado las grietas ya existentes.
Ante esta situación, la Junta, comprometida con el patrimonio cultural de Castilla y León, ha financiado las nuevas obras de conservación del edificio en base a la memoria de la Fundación Santa María la Real. La finalidad es evitar que la iglesia acabe derrumbándose totalmente por el cada vez mayor desprendimiento de piezas y, por tanto, garantizar la seguridad de los ciudadanos en el entorno del edificio, que está ubicado junto al albergue de peregrinos Río Carrión.
Descripción de las obras que se han llevado a cabo
Los trabajos para el mantenimiento de la iglesia de San Francisco de Carrión de los Condes se han centrado en tres partes: la espadaña, la bóveda y el arco del coro.
Una estructura metálica de apeo sujeta la espadaña para evitar una mayor desviación de su eje central y, en consecuencia, un mayor peligro de desprendimientos ante el aumento de la intensidad de la grieta ya existente. Con ese objetivo, se han retirado también los nidos de cigüeña que se situaban encima de la espadaña y que suponían un sobreesfuerzo para su maltrecha estructura.
Por otro lado, se han reconstruido los nervios de la bóveda de crucería del templo, que se mantiene levantada a los pies de la iglesia; se ha eliminado parte de la sobrecarga que existía encima de ella, y se ha afianzado la unión entre las piedras que forman su estructura. Para proteger a la bóveda de las inclemencias del tiempo, se ha realizado una solera de hormigón sobre ella y se ha colocado un impermeabilizante para evitar que el agua siga perjudicando a la estructura.
Las obras también han comprendido el refuerzo del arco del coro desde arriba. En este arco, además, se han colocado las piezas de la parte inferior, perdidas por los movimientos de la estructura.