13 horas. Tocan para la misa de domingo. A la puerta de la majestuosa iglesia de una de las localidades de la Provincia de Palencia se congregan los vecinos del pueblo, se saludan y algunos alargan la conversación más de lo normal. A la salida ya se encontrarán de nuevo para ir a tomar el vermut y sino ya quedarán más tarde para tomar el café y echar la partida el teleclub del pueblo. En muchos lugares de no ser por la misa, las posibilidades de que los vecinos se encuentren por las calles serían mínimas, sobre todo en el invierno, y si hay teleclub en el pueblo las posibilidades de verse podrían aumentar, convirtiendo este lugar, el teleclub o centro sociocultural – como ahora se llaman en algunos sitios-, como el punto de encuentro de los vecinos de la Provincia de Palencia.
Hace años en prácticamente todos los rincones del territorio palentino existía un bar o un teleclub; hoy en día ya no abundan tanto como antes o se han reconvertido en otros espacios, pero eso no quiere decir que no sean necesarios para fomentar el dinamismo de los pueblos y de sus habitantes – en 168 municipios palentinos hay menos de 1.000 habitantes y de estos 155 tienen menos de 500 habitantes-. Es importante que los vecinos de la provincia cuenten con un lugar de reunión en torno a un café, con un espacio donde encontrarse y donde poder realizar actividades para dinamizar la vida del pueblo y de sus vecinos; “queremos fomentar estos espacios y ayudar a su conservación en el medio rural, por lo que ponemos en marcha esta línea de ayudas”, apuntó en 2012 el Presidente de la Diputación, José María Hernández en la presentación de la novedosa línea de ayudas a ayuntamientos para la realización de obras y equipamientos en centros socioculturales municipales y de personas mayores de la provincia.
Hoy en la mayoría de los pueblos los teleclub, ubicados en las antiguas escuelas, se han reconvertido en centro sociocultural municipal, centros de mayores, centros sociales, casa de cultura o edificio de usos múltiples-, pero a nadie le extraña la palabra teleclub (en el diccionario lugar de reunión para ver programas de televisión) porque será una de las pocas que aunque su uso haya prácticamente desaparecido, sigue guardando la misma esencia que cuando nació allá por los años 60, cuando empezaron a llegar las primeras televisiones al medio rural. En municipios como Guaza de Campos, Villanueva del Rebollar, San Román de la Cuba, Castromocho, Villameriel, Celadilla del Río, Micieces de Ojeda, La Vid de Ojeda, Alba de Cerrato, Santa Olaja de la Vega, San Mamés de Campos, Acera de la Vega, Castrillo de Onielo, Hornillos de Cerrato, Tabanera de Cerrato, Cobos de Cerrato, Villacidaler, Meneses de Campos, entre otros lugares… sí existe un teleclub propiamente dicho; en otros lugares son espacios reconvertidos en lugares de encuentro.
Aquellos espacios que en los años 60 eran el lugar de encuentro para ver programas o películas como Bonanza en una de las pocas televisiones que había; aquellos lugares que en muchos puntos de la provincia fueron promovidos por los párrocos y que sirvieron durante años más como lugar de acogimiento de aquellos jóvenes y niños que por edad no podían entrar en los bailes, sociedades, casinos o círculos que antes existían; o el lugar donde ver las corridas de toros a las seis de la tarde… siguen siendo hoy en día un lugar de reunión y encuentro para los vecinos del pueblo, a la salida de misa, en las fiestas, a la hora de la partida, y durante los fines de semana, el lugar donde los jóvenes pueden reunirse. Allí entran ahora todas las generaciones.
“Si cierra y desaparece el teleclub, podría decir que el pueblo desaparecía un poco; no es que sea uno de los lugares principales de reunión, es que es el único que tenemos”, comenta el alcalde de Guaza de Campos, Luis Fernando Cano. Palabras que comparte el edil de Reinoso de Cerrato, Francisco Calleja quien no duda en señalar que “tener el teleclub abierto da vida al pueblo, aunque suponga un gasto para el ayuntamiento debemos apostar siempre por su apertura y mantenimiento porque si cerramos el teleclub el pueblo perdería mucho”.
Durante años fueron los propios vecinos con ayuda de los ayuntamientos los que levantaron y mantenían estos espacios, pero hoy en día, hay que adaptarse a los tiempos, y hay que buscar fórmulas para que estos espacios no pierdan esa esencia. Disponer de mesas, sillas y un televisor es casi fundamental para abrir un lugar así y mantenerle…pero claro…ocurre que en muchos puntos las instalaciones están caducas y reclaman a gritos un cambio urgente o necesitan modernizarse para adaptarse a las nuevas tecnologías. La Diputación de Palencia siendo consciente de estas necesidades y conocedora de la importante labor que ejercen estos espacios en la provincia para sus habitantes puso en marcha una línea de ayudas de cara a facilitar la puesta en marcha de actuaciones encaminadas a la instalación de equipamientos en estos espacios o de obras para su mejora.
La línea se puso en marcha en 2012 y desde entonces se han destinado 231 ayudas de un total de 125 localidades, por importe de más de 333.000 euros, a los que hay que sumar los 145.000 euros destinados para este año 2015 y cuya resolución se hará en breve. Estas ayudas están dirigidas a municipios de menos de 1000 habitantes- unos 168 en la Provincia de Palencia- o a aquellos municipios de más de 1.000 habitantes cuyo centro esté una localidad o núcleo de población de menos de 1.000 habitantes del propio municipio; o que el centro esté situado en una localidad de más de 1.000 habitantes y que sea de titularidad pública.
Entre las principales actuaciones, tanto de obras como de equipamiento: renovación de las carpinterías, arreglos del tejado, sustitución de ventanas, instalación de sistemas de calefacción; adquisición de mobiliarios, mesas de juego, armarios y televisiones. Aunque la Institución Provincial ha apoyado siempre con cargo a otras ayudas a los ayuntamientos que así lo han solicitado para mejoras en los teleclubes de sus zonas.
Pero ¿cómo se gestiona el teleclub? Los que todavía existen en la provincia son en su mayoría propiedad de los ayuntamientos, que ceden su gestión a los propios vecinos, quienes se organizan de muchas maneras para mantener abierto el teleclub. Los vecinos lo explotan y el dinero recaudado revierte en el propio teleclub – como en Guaza de Campos-; en otros lugares, la llave la tiene un vecino, abre el teleclub, y el que entra se sirve él mismo y paga su consumición dependiendo del listado de precios que aparezca colgado en la pared – aquí los enfados con el camarero no existen y las cuentas siempre suelen cuadrar-; y en otras localidades como en Tabanera de Cerrato, Castrillo de Onielo o Reinoso de Cerrato se cede su gestión a otros vecinos –en algunos sitios extranjeros- quienes explotan a coste muy bajo el teleclub, porque lo importante es que exista un espacio de encuentro.
En Acera de la Vega por ejemplo, su gestión es de la Junta Vecinal y tiene encomendad la misma a una joven del pueblo, o en Castrillo de Onielo, donde Isabel, una joven de 28 años que reside en Venta de Baños es la encargada del telelclub. “Nunca antes me había puesto detrás de una barra pero me tocó aprender rápido, ahora ya casi no hace falta preguntar a los clientes que quieren porque ya lo sé”. El teleclub de Castrillo tiene una media de 20 personas al día; uno a tomar café, otros un refresco, a echar la partida, a conectarse a Internet porque hay wifi o a por sus recetas, y es que el teleclub se convierte algunos días en el lugar de reparto de los medicamentos recetados por la mañana por el médico y preparados por la farmacia de Cevico de la Torre.
En Guaza de Campos, los vecinos se hacen socios del teleclub y cada semana dos de los socios se encargan del teleclub. “Los vecinos de Guaza de Campos nos hacemos socios del teleclub y cada semana se encargan dos de esos socios del teleclub, ellos compran la bebida y demás; y además hay un presidente que se encarga de hacer frente a gastos de luz, agua y consumiciones con lo que se recauda en la venta”, apuntó el edil de Guaza, Luis Fernando Cano. Otro pueblo con teleclub es Reinoso de Cerrato, Javi lleva tres meses al frente del mismo. “El otro día solo tuve dos personas pero hay que apostar por mantener estos sitios abiertos”, señala el joven. Tapetes con cartas en la mesa, parchís – un grupo de mujeres va por las tardes a jugar- un proyector para ver los partidos de fútbol y unas banquetas nuevas que ha comprado el ayuntamiento “suele venir gente joven de Soto y Magaz y como se suelen quedar en la barra pues compramos estas banquetas para que estén más cómodos”, señaló el alcalde Francisco Calleja.
Precios bajos, que quieres tomar algo y no lo tienen al día siguiente allí está, entras y ya tienes tu consumición sin decir lo que deseas, buena compañía, unas pastas con el café o unas aceitunas o patatas con el refresco…los teleclub son así. Espacios de encuentro y reunión en los pueblos; espacios necesarios para los vecinos, lugares donde quedar a la salida de misa, echar una partida, recoger los medicamentos o conectarse a wifi y ver un partido de fútbol en una pantalla grande… Entrar a un teleclub es entrar al corazón del pueblo y por ello hay que buscar los medios para que el latir del pueblo no se detenga nunca.