El nuevo número de la revista especializada Codex Aqvilarensis recoge una decena de investigaciones y artículos, todos ellos inéditos, en torno a lo profano en el arte sagrado medieval.
Dirigida por el historiador Gerardo Boto Varela, la publicación constituye un referente internacional en arte medieval.
El número 33 de la revista Codex Aqvilarensis, editada por la Fundación Santa María la Real, incluye un total de diez artículos de otros tantos autores, que han elegido la revista para hacer públicas investigaciones inéditas hasta el momento.
El libro parte de la premisa del sociólogo Émile Durkheim quien consideraba que “la división del mundo en dos dominios es el rasgo distintivo del pensamiento religioso. Uno de esos dominios contiene lo sagrado y el otro todo lo profano”.
Los diez investigadores que han participado en el monográfico tratan de demostrar con sus estudios que la tesis del sociólogo y filósofo francés no puede aplicarse o, al menos, no se cumple con exactitud en el arte medieval, donde es frecuente “la presencia de motivos profanos en objetos religiosos, imágenes y arquitectura”.
Déniz Severa Georgousakis nos adentra, por ejemplo, en las imágenes e inscripciones de tres amuletos bizantinos conservados en una colección de Estambul. Piezas singulares, inéditas, que confirman la convivencia de lo sagrado y lo profano en el arte sagrado medieval al presentar en un mismo espacio imágenes paganas o hechizos mágicos, junto a signos, oraciones e invocaciones cristianas.
El profesor Herbert L. Kessler reflexiona en torno a la presencia de imágenes paganas tanto en el exterior como en el interior de las iglesias medievales: criaturas monstruosas, laberintos, juegos de mesa, caballeros, atletas y otras figuras con las que, quizá, “se recordaba a los fieles que al igual que los antiguos israelitas en el desierto, también ellos eran peregrinos en este mundo, y en su peregrinaje tenían que pugnar continuamente contra las tentaciones materiales, incluyendo el propio arte, si querían arribar a la Tierra Prometida”.
Kathrin Müller centra su estudio en los diagramas cosmológicos de la cripta de la catedral de Anagni en Italia, mientras que Szakács Béla Zsolt se detiene en la labra de la catedral románica de Pécs y, más en concreto, en las esculturas de un hombre desnudo sonriente, una serpiente, un centauro y una sirena representadas en dos “extraños capiteles”.
Milagros Guardia analiza la comunión entre sagrado y profano en las pinturas de Sant Joan de Boí; Michel Bacci establece un estudio comparativo sobre la presencia de varios retratos individuales, particulares, en la iconografía sagrada y Philippe Cordez investiga los camafeos de la estatuilla del rey David en la catedral de Basilea, bajo el sugerente título de “¿El arrepentimiento de un mago?”.
Completan el Codex 33 las investigaciones de Azucena Hernández Pérez, quien estudia el Tapiz del Astrolabio, de la colección de textiles de la catedral de Toledo; Anne Williams, profundiza en los estudios tradicionales sobre la figura de San José de Nazaret y, finalmente, Fernando Villaseñor Sebastián analiza los trabajos de Gil de Siloé y descube los espacios para lo profano en la arquitectura tardogótica castellana.
Reseñas y colaboraciones
La revista incluye, además, la reflexión de Javier Docampo en torno a la ilustración de los calendarios medievales, con especial atención al Libro de horas de Carlos V de la Biblioteca Nacional de España, y las reseñas de distintos autores sobre varios libros de temática medieval.
En total se han editado 700 ejemplares de este nuevo número del Codex, que ya está a la venta al precio de 22 euros en librerías, tiendas especializadas y en la tienda on line del portal Románico Digital.