Andrea Val Quintial, domiciliada en Villaescusa de Ecla, es la geocacher que ha localizado el tesoro nº7, oculto en el desfiladero del Congosto, sito en esa localidad. La gerente del Geoparque Las Loras, Karmah Salman, le hizo entrega del correspondiente lote de regalos.
En esta ocasión el tesoro estaba escondido en el término de Villaescusa de Ecla, población del muncipio de Santibáñez de Ecla, situada en el límite más occidental del Geoparque Las Loras. El lugar elegido es un desfiladero llamado del Congosto, también conocido con el nombre de “La Culada del Diablo”, que hace referencia a una leyenda local que, a partir de la creencia de que de las canteras de Villaescusa de Ecla se sacaron las piedras para construir el Acueducto de Segovia, cuenta que el diablo moraba estas tierras y que en uno de los viajes para llevar esas piedras hasta el acueducto, tropezó y dejó marcadas sus posaderas y su nariz en ambos lados del desfiladero.
En su término esta constatada la presencia de al menos dos castros prerromanos (Villaescusa I y II) atribuidos a los cántabros. También hay indicios de que por Villaescusa pasaba la principal red de transporte de pescado del Cantabrico con la meseta; como de que los romanos se establecieron en tierras de Villaescusa. Testigo de ello son los 3 puentes de fábrica probablemente romana que aún existen en Villaescusa, la calzada que se halla oculta bajo el nuevo camino de concentración y el propio desfiladero del Congosto, excavado para abrir paso a dicha calzada. Existieron importantes canteras de las que salió la piedra con la que se construyeron muchas de las iglesias románicas del entorno.
Recomendamos dejar el coche a la entrada de la población para recorrer sus calles, pasar por el primero de los puentes de atribución romana y proseguir por el camino que lleva al pequeño desfiladero. Al final del desfiladero encontramos el segundo puente y continuando el camino de frente hallaremos el tercero de esos puentes, en medio de un amplio valle que se abre al traspasar este desfiladero del Congosto o de la Culada (y narizada) del Diablo. Muy cerca se halla otro paraje muy singular, el de la cascada o Pozo de Cervigada.
Y también muy cerca de Villaescusa de Ecla tenemos la oportunidad de visitar el magnífico Monasterio de San Andrés de Arroyo y otras dos joyas del románico norte, que son las iglesias de Moarves de Ojeda y Santa Eufemia de Cozuelos.