La presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, el vicepresidente, Luis Calderón, el diputado de Acción Territorial, Urbano Alonso, y el diputado de Protección Civil, Adolfo Palacios han entregado esta mañana en el salón de actos del Palacio Provincial los galardones del Certamen Provincial A Huebra 2018, que premia la labor voluntaria de los vecinos de las localidades palentinas que han recuperado espacios de uso común en su municipio.
Las deliberaciones del jurado en la comisión informativa de Medio Ambiente de del pasado mes de febrero dieron como resultado el galardón a los proyectos que hoy recogen su premio de colaboración vecinal con los honores que merece su labor altruista.
El Certamen incluye tres categorías y los tres pueblos ganadores de las mismas son:
• CATEGORÍA: POR EL RESULTADO FINAL
JUNTA VECINAL DE SAN MARTÍN DE PERAPERTÚ Y PERAPERTÚ
‘Creación de un Bosque Comestible’
La Junta Vecinal de Perapertú y San Martín de Perapertú a pesar de estar formada por un pequeño número de vecinas y vecinos (15 mujeres y 15 hombres), ha desarrollado en los últimos años una serie de actividades y proyectos que ponen de manifiesto su preocupación por el respeto a la naturaleza y la conservación del entorno en el que se asientan, sin olvidar su papel como agentes de transformación al recuperar e incorporar en su quehacer diario unos modos de vida que la despoblación rural había condenado al olvido.
El proyecto El Bosque Comestible ha proporcionado el aprendizaje experiencial (aprender haciendo) más allá de los límites geográficos donde se asientan sus habitantes, al incorporar en las actividades abiertas de carácter pedagógico al Campamento Estarivel, al Bosque Escuela Perapertú, y al Centro de Innovación Educativa de Cervera Pisuerga.
Nuestro bosque comestible comunitario, aparte del disfrute personal de los vecinos que podrán recrearse de sus frutos, también tiene un objeto de estudio, de observación, de acción y de investigación pedagógica y medioambiental.
Con el desarrollo del bosque comestible también queremos contribuir a recuperar ese modelo de gestión del hábitat de la zona basado en la cultura primitiva que requiere una comunidad activa e implicada en su propio desarrollo, pero a su vez adaptado a los tiempos presentes.
El Bosque Comestible de Perapertú está planteado para ser mantenido por dos especies ganaderas: el pastoreo de un rebaño de ocas y 3-6 colmenas de abejas que trabajen su reproducción y nos permita un espacio de observación, experimentación, aprendizaje e investigación.
No menos importante es el fin pedagógico, aspiramos que sea un espacio para formación autodidacta y/o con agentes mediadores, para aprendizajes compartidos y donde se priorice la trasmisión a las futuras generaciones, que desgraciadamente sufren un proceso ya heredado de aculturalización rural y con serios trastornos por déficit de naturaleza, con las connotaciones negativas que esto implica para nuestro futuro y supervivencia.
• CATEGORÍA: POR LA PARTICIPACIÓN VECINAL
AYUNTAMIENTO DE FUENTES DE NAVA
‘Restauración Ermita San Miguel’
Ha sido un proyecto muy positivo y muy completo, donde se ha llevado a cabo una zona de ajardinamiento y camino de acceso donde se ha labrado la tierra, se ha restaurado una zona que estaba totalmente hundida se han sembrado y finalmente se han instalado bancos y dos hoteles refugio de insectos, así como un refugio para mariposas.
Asimismo, en una zona asilvestrada se ha nivelado el terreno, se ha integrado una fuente natural y se han plantado árboles en la zona del camino y en el interior del espacio.
Se ha llevado a cabo una plantación de aromáticas en hileras cercanas a la tapia del cementerio, así como entre los árboles.
Durante la ejecución de este a huebra se ha llevado a cabo una charla explicativa de la importancia de la restauración ambiental de la zona con jóvenes y niños y se han colocado con ellos cajas-refugio y cajas, con un compromiso de cuidado y mantenimiento de los mismos.
• CATEGORÍA POR LA ORIGINALIDAD DE LA IDEA
AYUNTAMIENTO DE VILLOTA DEL PÁRAMO
‘Reparación del Campanario’
Tras varias reuniones mantenidas por los responsables municipales con vecinos e hijos del pueblo, acordaron solicitar dentro de la Convocatoria “A Huebra 2017” la actuación “Reparación del Campanario” consistente en la rehabilitación de la escalera de la torre que se encontraba en muy mal estado, la iluminación de ésta y del campanario, así como la adecuación de un pequeño local que servirá como sede de la Asociación de Campaneros Villaltanos, cuyos integrantes han participado en todas y cada una de las huebras realizadas.
Las campanas de la torre de nuestra Iglesia, como la de todos los pueblos, tienen voces particulares, eran capaces de transmitirnos alegría y regocijo o de encogernos el corazón llorando con su tañido una desgracia o calamidad. Eran mensajeras de lo cotidiano y de lo sagrado, del día y de la noche, del principio y del fin de la jornada, del granizo, de la niebla y del fuego, de la vida y de la muerte.
Las campanas de Villota funcionaban con códigos de los que eran “ A Fiesta”, “A Procesión”, “ A Nublo”, “A Misa”, “A Alba”, “ A Angelus”, “A Rosario”, “A Posa”, “A Gloria”, “A Niebla”, “A Concejo”, “A Quema”, “ A Bueyes” y “ A Huebra”, todos estos repiques fueron lo que el día de San Pedrín deleitaron el oído de los vecinos Villaltanos.
La Asociación Campaneros Villaltanos, en varias jornadas convocando, tanto a éstos como a los vecinos, mediante el correspondiente toque de “a huebra”, se procedió en primer lugar a la limpieza y retirada de material y escombros de la escalera y del local anexo. Posteriormente se procedió a consolidar con tablas y vigas los peldaños y barandillas de la escalera. Una vez consolidados estos elementos, el Presidente de Honor de la Asociación, propietario de la fábrica “Campanas Quintana”, procedió a la sustitución de los badajos de las campanas. En una tercera huebra se colocó con tarima el suelo y finalmente el techo del local.
A HUEBRA. La Diputación Provincial pone en marcha esta iniciativa de voluntariado ambiental “A Huebra” con el fin de recuperar unos espacios medioambientalmente que fuesen de uso común, y siempre con la implicación voluntaria de los vecinos, de ahí el nombre de ‘a huebra’.
Gracias a ‘A Huebra’, se han acondicionado jardines y embellecidos parques, restaurado calles y zonas urbanas, así como los entornos de ermitas e iglesias y han recuperado fuentes para su función ecológica. Asimismo, y en el apartado de recuperación de elementos tradicionales y legados de la cultura popular, los pueblos vuelven a disponer para disfrute de todos de sus antiguos humilladeros, merenderos, chozos, boleras o bodegas.
En 2018 fueron 21 ayuntamientos y 10 juntas vecinales los que a través de “A Huebra” mejoraron sus espacios comunes con 120.000 euros de inversión institucional. Desde 2015 han sido 283 las solicitudes presentadas, 176 proyectos ejecutados y una inversión de 480.000 euros.