Técnicos del área de proyectos de la entidad viajaban a Creta para participar en uno de los talleres de trabajo del proyecto europeo RURITAGE, del que la Fundación Santa María la Real forma parte, junto a otras 38 entidades de una veintena de países.
Las jornadas sirvieron para poner en común algunas herramientas que facilitarán la aplicación de buenas prácticas para convertir el patrimonio en eje de desarrollo territorial en áreas rurales europeas.
De hecho, el reto de RURITAGE es precisamente ése, trabajar para convertir el patrimonio en eje de desarrollo de territorios rurales europeos, mediante una metodología basada en buenas prácticas y en replicar modelos de éxito. El encuentro de trabajo se desarrolló hace unos días en la sede del Museo de Historia Natural de la Universidad de Creta. El centro académico es uno de los socios del proyecto como “modelo de resiliencia” por sus buenas prácticas en el ámbito del patrimonio como eje vertebrador de desarrollo.
Diferentes soluciones para implementar buenas prácticas
El taller sirvió para validar las herramientas que el comité directivo ha estado preparando durante un año de trabajo, a partir de la información proporcionada por todos los integrantes del proyecto, tanto “modelos” como “replicadores”. Así, se han creado diferentes soluciones que los replicadores y otras entidades afines podrán usar para aplicar las buenas prácticas o las experiencias facilitadas por los modelos o casos de éxito.
Por ejemplo, se presentó una herramienta que facilita la toma de decisiones (DSS); un atlas con información georreferenciada; varias apps (‘Rate my View’ o ‘Landscape Connect’) para facilitar la comunicación entre los visitantes de la zonas rurales y los gestores o interesados que operan en dichas áreas o una plataforma/foro de comunicación entre los socios del proyecto y los implicados como ‘modelos’ o ‘replicadores’, que participan en los diferentes laboratorios o Hub experimentales que se irán habilitando por zonas.
“Es alentador descubrir que, a pesar de ser un proyecto con casos de estudio de tantos y tan diferentes países, las metodologías y soluciones propuestas tienen una escalabilidad y replicabilidad increíble. Todos trabajamos para el mismo fin, el desarrollo sostenible, que se materializa a nivel local en el desarrollo territorial desde una perspectiva cultural, ambiental y social”, explicaba Paula Conte, técnica de la Fundación Santa María la Real a su regreso a España.
Posibles fuentes de financiación
Como para lograr que el patrimonio se convierta verdaderamente en eje y motor de desarrollo de los territorios es necesario contar con cierto grado de financiación, el taller sirvió para orientar a los ‘replicadores’ sobre cómo llegar a posibles ‘inversores’, que puedan hacer realidad las acciones previstas en sus áreas, consiguiendo los objetivos y el impacto esperado en cada caso.
Los participantes en la sesión, pudieron escuchar a expertos de la Red Europea de Crowdfunding, de la entidad de financiación de préstamos Clann Credo o de la agencia de desarrollo irlandesa Údarás na Gaeltachta, así como a inversores privados o a técnicos del Instituto de Competitividad Empresarial (ICE) de la Junta de Castilla y León.
El encuentro cierra un año de intenso trabajo, en el que desde la Fundación se ha trabajado integrando el Camino de Santiago a su paso por Castilla y León, como “modelo” a seguir dentro del proyecto RURITAGE, para lo que se han recopilado buenas prácticas y se les ha sumado la experiencia de la entidad en torno al Camino.
A partir de ahora, el trabajo de la Fundación se centrará en el lanzamiento y puesta en marcha del Hub o “Laboratorio” del Camino de Santiago, que se ubicará el Monasterio de San Zoilo en la localidad palentina de Carrión de los Condes. Allí se habilitará un espacio desde donde poder dialogar y contactar con todos los agentes del Camino de Santiago en la región. Será también el centro desde el que realizar actividades de promoción, y el lugar de reunión y encuentro con los replicadores de RURITAGE.