Representantes de administraciones locales, provinciales y regionales; de asociaciones de peregrinos, centros de hostelería, oficinas de turismo, diócesis o grupos de acción local vinculados al Camino de Santiago se han dado cita hoy en el monasterio de San Zoilo en Carrión de los Condes, en una sesión de trabajo organizada por la Fundación Santa María la Real.
El objetivo de la jornada, que se enmarca en el proyecto europeo RURITAGE, era reflexionar en torno al presente y el futuro del Camino a su paso por la región, para poder constituir un punto de encuentro desde el que lanzar nuevas propuestas y líneas de acción que permitan consolidar el itinerario como modelo de desarrollo territorial basado en el patrimonio.
De hecho, el reto de RURITAGE en el que participan 38 entidades de una veintena de países, es precisamente ése, trabajar para convertir el patrimonio en eje de desarrollo de territorios rurales, mediante una metodología basada en buenas prácticas y en replicar modelos de éxito de forma que la capacidad del patrimonio natural y cultural para regenerar los territorios rurales pase a estar en primera línea en las estrategias de las políticas europeas. Así, la sesión de Carrión de los Condes, en la que han participado 40 personas, ha servido para poner en común las buenas prácticas identificadas en el Camino de Santiago a su paso por Castilla y León.
“Hemos organizado estas buenas prácticas en torno a siete grandes bloques temáticos”, explicaba Zoa Escudero, coordinadora del proyecto en la Fundación Santa María la Real, para detallar que se ha hablado de: empleo y formación; digitalización; restauración; agroalimentación; investigación; asociacionismo y gestión y de nuevas tecnologías aplicadas a la conservación del patrimonio.
Taller de intercambio de experiencias e ideas
La primera parte de la sesión ha servido para consensuar y poner en común ideas y experiencias e incluso para apuntar buenas prácticas o áreas de mejorar no detectadas que puedan contribuir, de uno u otro modo, a facilitar la replicabilidad del modelo en otros territorios.
“La sesión ha tenido un formato muy dinámico y participativo que nos ha permitido testear el sentir de los participantes. Muchos de ellos han incidido en la importancia de ser capaces de generar un turismo sostenible en torno al Camino, pero sin perder los valores y la espiritualidad con la que surgió el itinerario”, comentaba Zoa Escudero, al término de la sesión.
La necesidad de involucrar a la población local para que el Camino sea verdaderamente un eje de desarrollo en los territorios o la oportunidad que pueden ofrecer las nuevas tecnologías para mejorar aspectos como la accesibilidad, la conectividad, la seguridad o la difusión han sido otras de las claves de la jornada.
HUB o punto de encuentro en torno al Camino de Santiago
El trabajo de la primera se sesión ha ahondado en la importancia de coordinar a todos los implicados en la gestión y el funcionamiento del Camino, para poder trazar una línea de acción común. Ése será, en gran medida, el reto del nuevo HUB o punto de encuentro que ha surgido hoy en Carrión de los Condes, al que podrán sumarse nuevos participantes.
“Aunque aún queda mucho por hacer, en principio, procuraremos mantener reuniones al menos dos veces al año y, aunque Carrión de los Condes será el punto de partida, los participantes en la sesión de hoy están de acuerdo en poder ir celebrando los encuentros en otras localidades vinculadas al Camino”, apuntaba la coordinadora del proyecto.
El reto a partir de ahora será afianzar la comunidad que ya existe en torno al Camino de Santiago en Castilla y León, para analizar y poner en común sus posibilidades de futuro como modelo de desarrollo dentro y fuera de la región. En este sentido, añaden desde la Fundación Santa María la Real que el HUB, laboratorio o punto de encuentro será un espacio abierto y dinámico que irá evolucionando a medida que avanza el proyecto y al que se irán incorporando nuevos participantes.
Cabe recordar, finalmente, que RURITAGE es un proyecto europeo, que se enmarca en el programa Horizonte 2020 y trabajará hasta el año 2022 sobre las posibilidades del patrimonio como regenerador de territorios rurales europeos, a través de los intercambios de experiencias y conocimientos, del aprendizaje y del reconocimiento de los valores culturales singulares de las regiones.