El equipo del Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (IMBEAC) que investiga el enclave arqueológico de Huerta Varona en Aguilar de Campoo ha presentado en el Ayuntamiento de Aguilar de Campoo su informe sobre la intervención arqueológica realizada este año en el yacimiento de origen romano ubicado en la villa.
El director de la intervención arqueológica, el doctor Jesús F. Torres Martínez, ha explicado que este año el equipo del IMBEAC ha trabajado en dos catas en el área 1 y una tercera en el área 3. En una de ellas –cata 1 del área 1- es en la que el pasado año se descubrió un mosaico que aparece asociado a los niveles más antiguos del yacimiento que podría datarse incluso hasta el siglo I a.C., aunque habrá que esperar a las pruebas de radiocarbono que se han mandado a un laboratorio de Estados Unidos.
Cabe recordar que el mosaico está construido en un estilo que es propio del periodo que va desde el siglo I a.C. al II d. C. aproximadamente, con motivos geométricos en dos colores y se ha ampliado su superficie este año; además se ha consolidado y protegido para evitar su deterioro.
Está afectado por la destrucción que sufrió la edificación en la que se encuentra, pero 2.000 años después sigue conservando su belleza y es posible distinguir los distintos motivos geométricos de su diseño, piezas de cuadrados divididos en triángulos blancos y negros formando distintos campos y líneas.
Este descubrimiento que parece asociado a otros tipos de materiales, podría indicar que el yacimiento fuese un Vicus romano –poblado con zona administrativa para dar servicios a las granjas de las cercanías-. Y en él podría haber existido una zona de baños, algo que demuestra la gran importancia que tuvo el asentamiento romano en la zona. Tras la toma del castro de Monte Bernorio, ubicado en el municipio de Pomar de Valdivia, por las tropas del Emperador Augusto durante las denominadas Guerras Cántabras, Huerta Varona supuso la continuación del poblamiento en esta comarca, una vez destruido el oppidum.
MÁS INDICIOS DE LA EXISTENCIA DE THERMAE. También apunta a la existencia de thermae otros materiales encontrados este año como los later columnaris que indican la posibilidad de que se conserven restos de las cámaras de los hypocaustum –los hornos donde se generaba el calor que servía para calefactar los baños-. Además, en campañas anteriores ya se recuperaron materiales latericios de ese tipo. Así, en el área 3 se recuperó un fragmento de ladrillo de entalle de tipo conetai. En general se acepta que este tipo de ladrillos son unos elementos muy destacados y característicos de los edificios de baños. Unos indicios que se estudiarán con una experta especialista en la materia, según han avanzado desde el IMBEAC.
Otro de los descubrimientos de este año se ha efectuado en la cata 2 del área 1 donde se ha hallado una canalización para la distribución de aguas limpias o para la evacuación de aguas sucias. Una canalización que se extiende bajo el yacimiento pues transcurre por la habitación con suelo de mosaico y por debajo de todos los niveles de construcción identificados. Eso demuestra que la trama urbana estuvo planificada antes de la construcción del Vicus y que lo primero que se realizó fue esa canalización.
Hacia el noroeste, en su trayectoria, se sitúa un punto de agua tradicionalmente empleado como fuente y lavadero por los aguilarenses, Fuente Quintana, por lo que una hipótesis plausible es que el Vicus y sus termas se abasteciesen con agua canalizada desde allí.
EL AYUNTAMIENTO APUESTA POR SU INVESTIGACIÓN DESDE 2014. El Consistorio de Aguilar de Campoo, de la mano del IMBEAC, ha realizado ya cuatro campañas arqueológicas –dos años previamente se realizaron sondeos- para estudiar el yacimiento. El objetivo era documentar su estructura, la historia de su ocupación y de sus habitantes, algo que permite avanzar en el conocimiento sobre el inicio y desarrollo de los núcleos rurales hispano-romanos en las zonas de Montaña de Hispania. Una materia hasta ahora muy poco conocida y en la que Huerta Varona podría ser fundamental al no haberse excavado apenas Vicus con termas en el Norte de España.
El denominado Proyecto Internacional de Investigación Arqueológica de La Huerta Varona: la colonización romana en el cantábrico central es desarrollado por investigadores del IMBEAC, del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid e investigadores y colaboradores externos, y con la colaboración de investigadores de la School of History, Classics and Archaeology, University of Edinburgh.
ÚLTIMA CAMPAÑA. La campaña de 2019 comenzó la última semana de agosto y se ha extendido hasta mitad del pasado mes de octubre. En ella se ha contado con la colaboración de un grupo de 22 jóvenes procedentes de toda España, del Campo de Trabajo concedido por la Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León, a través del Instituto de Juventud. Desde entonces otros seis arqueólogos del IMBEAC y dos colaboradores han estado investigado el yacimiento romano aguilarense.
Los trabajos se han centrado especialmente en el área 1, excavada en anteriores campañas y en las estructuras de habitaciones existentes en dos niveles: un primer nivel del momento de la fundación del enclave, que se data en el siglo I a.C.; y un segundo, creado tras una posterior reforma, del siglo III d.C –el enclave estuvo ocupado hasta los siglos IV-V d.C.-. Área en la que se encuentra el mosaico y la posible zona de termas. Este año también se ha investigado en los muros excavados del edificio Nº1 del área 3.
Las intervenciones arqueológicas están financiadas por el Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, son ejecutadas por el IMBEAC y se cuenta con la colaboración de la Diputación de Palencia y la autorización de la Junta de Castilla y León.