El principal objetivo del proyecto BODAH (Big and Open Data for Atlantic Heritage), liderado por Turismo de Santiago de Compostela, y en el que participan otras seis entidades de España, Francia, Portugal, Irlanda y Reino Unido, es medir y entender mejor el comportamiento tanto de los visitantes como de los habitantes de las ciudades patrimoniales del Espacio Atlántico para facilitar su gestión y lograr un turismo sostenible.
El equipo lleva trabajando más de tres años en el desarrollo de una plataforma inteligente, capaz de recopilar e interpretar los datos y la información que recogen desde hace unos meses un buen número de sensores y dispositivos colocados en puntos estratégicos de cuatro ciudades piloto: Santiago de Compostela y San Sebastián en España; Cork en Irlanda y Pau en Francia.
El objetivo no es otro que mejorar la gestión de estas ciudades patrimoniales, mediante un mejor conocimiento del comportamiento de sus habitantes y, muy especialmente, de los visitantes. Junto a la plataforma inteligente, se están llevando a cabo otra serie de estudios y pruebas.
Así, por ejemplo, durante la última reunión de trabajo celebrada en Lisboa, se presentó un compendio de pautas y soluciones que pueden contribuir a mejorar la gestión de flujos de visitantes y personas, en determinados lugares, sin necesidad, en este caso, de aplicar las nuevas tecnologías, sino utilizando el sentido común y la organización, en combinación con el conocimiento derivado del proyecto.
De hecho, BODAH, que se desarrolla dentro del programa europeo Interreg Atlantic Area, combina ambas opciones: nuevas tecnologías y mejora de gestión mediante la implementación de nuevos protocolos, pautas y recomendaciones. La crisis derivada del coronavirus, ha obligado a muchas ciudades a incidir en aspectos como la seguridad o el control de aforos.
Cuestiones tan sencillas como poder prever, desde el conocimiento y la experiencia, cuáles suelen ser los espacios o lugares más visitados y diseñar a partir de ahí rutas alternativas que faciliten el tránsito en estos lugares, son algunos de los aspectos que recoge el proyecto y que se han plasmado en el compendio de soluciones de gestión.
Pautas genéricas, basadas en la experiencia de las cuatro ciudades piloto, pero, fácilmente extrapolables a otros destinos de similares características. Una sencilla, pero necesaria recopilación, que se completa con los datos e informes que puntualmente van recogiendo los sensores colocados en cada una de las cuatro ciudades piloto y que, permiten, un conocimiento más exhaustivo de aspectos como los flujos de personas en determinados lugares, tráfico o calidad del aire.
Sistema de indicadores
Para la recopilación de datos se elaboró un sistema de indicadores que establece qué aspectos es necesario medir y evaluar para alcanzar una adecuada gestión del turismo. Así, responde a cinco cuestiones fundamentales: qué lugares son los más visitados, cuántas personas reciben, cómo afecta ese tránsito al sitio en cuestión, qué percepción tienen el turista y el habitante del destino y, qué efectos socio-económicos se generan en las ciudades monitorizadas.
La respuesta viene determinada por 30 indicadores, que se implementan en función de las necesidades de cada destino, con una triple funcionalidad: conocer la situación real de los lugares o espacios monitorizados; anticipar y prevenir posibles saturaciones y establecer estrategias de acción orientadas a fomentar las buenas prácticas en el ámbito del turismo.
De este modo, el sistema desarrollado dentro del proyecto BODAH permite, por ejemplo, saber cuántas personas visitan en un determinado momento el centro histórico de la ciudad de Santiago, cuánto tiempo permanecen allí, cómo afecta su visita al entorno, qué imagen se lleva el turista de la ciudad o cómo percibe su estancia la población local.
Cabe recordar que en el proyecto BODAH, junto a Turismo de Santiago, participan Fomento de San Sebastián, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, Universidade Nova de Lisboa, Munster Technological University, Glasgow Caledonian University y Bangor University. Sus investigaciones se enmarcan en el programa Interreg Atlantic Area, con un presupuesto total de 1.573.373 euros, de los cuales un 75% son aportados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).