Desde hace unos 10 años la ‘Asociación Piedra, Madera y Agua’ de Montorio, de forma entusiasta y altruista, viene dando forma a lo que ya es una realidad, esta Geosenda ‘La Huella Perdida’ que pretende aglutinar en un recorrido peatonal los notables valores naturales, patrimoniales y arqueológicos que jalonan este territorio.
Fue en 2020 a través del Geoparque Mundial UNESCO Las Loras cuando se redactó un estudio previo al objeto comprobar la viabilidad técnica, económica y ambiental de la geosenda.
El sábado 21 de agosto de 2021 nuevamente la ‘Asociación Piedra, Madera y Agua de Montorio’ organizó una charla-conferencia en el pabellón de deportes Municipal de Montorio al objeto de explicar a los vecinos el alcance de la futura geosenda “La Huella Perdida”. Con más de 150 asistentes, todo un éxito sin duda alguna, y tras un pausado debate en la ronda de preguntas quedó claramente patente el interés de los vecinos, lo que a la postre supuso el empuje definitivo a la geosenda.
El Ayuntamiento de Montorio consciente del respaldo social inmediatamente después encarga el proyecto a la empresa ZENIT Ingeniería y Consultoría, que en enero de 2022 queda redactado.
En septiembre de 2022, con todos los permisos y autorizaciones comienzan las obras, adjudicadas a la empresa burgalesa CRECE Conservación del Patrimonio Natural, que tras la obligada parada invernal, finalmente se han visto concluidas este miércoles 22 de marzo de 2023.
La Huella Perdida
Con el nombre de la ‘Huella Perdida’ se evoca la importancia que este lugar tuvo para nuestros ancestros, como lugar sagrado y sepulcral, tal y como lo atestiguan los numerosos yacimientos arqueológicos estudiados con la Cueva de la Quebrantada, como principal exponente.
Desde el Ayuntamiento de Montorio, en línea con el Geoparque Mundial UNESCO Las Loras, se plantea la idoneidad de unir los principales puntos de interés del territorio en los que se instalarán señales interpretando el recurso, en un recorrido circular, peatonal y autoguiado con señales orientativas direccionales.
En sus 12.632 m de longitud, se ha procurado el diseño de las actuaciones para garantizar su plena integración en el entorno, así como su bajo o nulo impacto medioambiental.
La cota máxima de 1.024 m se alcanza en la estructura de piedra seca conocida como el Templo de los Dioses, y la mínima de 926 m al inicio, en Montorio en la plaza del Abad Clemente Serna. El recorrido si bien no salva grandes desniveles, resulta quebrado, realizándose por caminos existentes y en buena parte campo a través entre bosques y parameras, zonas en las cuales se ha intervenido sobre la vegetación recuperando antiguos caminos y abriendo sendero entre árboles.
Se estima que son necesarias 3,5 h la duración para completar el recorrido.
Recursos interpretativos
Cartel de inicio. En la plaza Abad Clemente Serna, con un plano de la Geosenda e información general para el senderista.
La Roblencina, añoso ejemplar de Quercus faginea, de más de 4,9 m de perímetro del tronco. forma parte de los “111 árboles singulares de la provincia de Burgos”, meticuloso catálogo editado por la Diputación de Burgos
El Mirador de El Arenal. Desde una discreta estructura de piedra seca construida específicamente para la geosenda se domina la localidad de Montorio y la cantera de arenas de sílice albienses del cretácico inferior, aludiendo a su relación con el aprovechamiento secular de esta materia prima tal y como lo hacían tiempos atrás nuestros ancestros.
Fuenterrebejo. Se trata de una curiosa surgencia muy importante para la fauna silvestre, rodeada de enormes rocas, alguna de las cuales ve medrar desde su interior enormes encinas
La Yesera. Esta curiosa zona tiene su origen en un curioso proceso geológico denominado diapirismo. Dicho proceso provocó el ascenso, desde zonas profundas del subsuelo, de unas arcillas rojas con yesos y su posterior posibilidad de explotación industrial, hoy en desuso
Cueva sepulcral de La Quebrantada. Posiblemente se trata del punto más singular de la geosenda por la importancia de sus hallazgos. Esta cueva data del Neolítico Final, en la transición a la Edad del Cobre en torno al 2350 – 1700 a.C., coincidente en el tiempo con la plenitud del arte megalítico
Ermita rupestre de Santa Cecilia. El carácter sagrado desde tiempos inmemoriales, manifestado en el paisaje de la zona, permanece con la consagración en la Alta Edad Media de un templo eremítico dedicado a Santa Cecilia, el cual es labrado en las tobas calcáreas surgidas de las aguas del manantial que mana en su ladera.
La Cuevatona. La Cuevatona posiblemente será el punto más espectacular, en cuanto a observación. Se trata de un enclave que no deja indiferente a nadie. Y posiblemente termine convirtiéndose en el mayor reclamo de la geosenda
La Casa de La Cultura, el Templo de Los Dioses y La Posada. Se trata de modestas construcciones en piedra seca hecha por las gentes de Montorio a finales del siglo XX imitando la que hacían nuestros ancestros desde los celtíberos hasta el siglo pasado que la utilizaban los pastores, tematizadas en cada caso de una forma muy original que sin duda va a sorprender al visitante.