En la mañana del 10 de octubre de 1936, en el transcurso de los primeros meses de la contienda, una columna republicana realizó un avance de varios kilómetros en el frente de Aguilar y Mataporquera. Uno de los lugares que logró dominar tras aquella operación fue la cumbre del Bernorio, magnífica atalaya que proporciona una amplia panorámica de todos los valles del entorno. La presencia de los republicanos en aquel lugar, sin embargo, representaba una seria amenaza para las tropas nacionales. Por este motivo, una semana después lanzaron un ataque para arrebatarles tan preciada posición. Comenzaba así un periodo de disputas en torno al Bernorio, culminado en agosto de 1937 con la definitiva ofensiva de los nacionales sobre Santander. Por aquel entonces, el monte que antes habían habitado cántabros y romanos, se había convertido ya en uno de los parajes más emblemáticos de la Guerra Civil en nuestra provincia.
Wifredo Román nos cuenta más detalles sobre este artículo que forma parte del número 7 de la Colección de Historia de la Montaña Palentina.