Es el tiempo que lleva Sonia García trabajando en el centro de atención a personas mayores y/o dependientes que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo. A lo largo de estos años ha ayudado a muchas personas a través de la terapia ocupacional y se ha ganado su cariño. Por ello, este mes, con motivo de la celebración del Día Mundial de esta disciplina, en Tercera Actividad, su segundo hogar, no han dudado en rendirle un sincero y emotivo homenaje.
Cada día, Sonia se encarga de mejorar la calidad de vida de quienes residen en Tercera Actividad. Lo logra con actividades de estimulación cognitiva y sensorial, que fomentan su autonomía y su autoestima. Los quince años de trabajo en el centro, le han permitido conocer a cada residente para poder ofrecer un trato personalizado y cercano. Es más, incluso, les ha ayudado a elaborar sus “historias de vida”.

Actividades con nombre propio
Por eso, sabe, que las fichas adaptadas con ejercicios cognitivos, ayudan a José a mantener y ralentizar el proceso de deterioro de funciones esenciales como orientación, memoria, lenguaje o razonamiento. Además, “a él le encantan los retos de cálculo, mantiene la curiosidad y el interés por aprender”, explica Sonia.
A Elisea, en cambio, lo que más le beneficia es la terapia psicomotriz, actividades cognitivas, físicas y lúdicas, con las que “entrenamos la coordinación, movilidad, cognición y funcionalidad”. Con Luis, lo que mejor funciona es la musicoterapia. Gracias a ella, Sonia estimula su memoria, refuerza su identidad y promueve su bienestar. “Las sesiones con él son emocionantes y un auténtico lujo escucharle cantar, tararear o recordar; pero sobre todo verle disfrutar y sonreír, porque tiene mucho talento”, afirma la terapeuta.
Otro caso más de los cientos que podría explicar, es el de Elena, con quien realiza actividades psicomotrices para mantener y fomentar su autonomía en acciones tan sencillas y esenciales como la alimentación. “Que ella mantenga la capacidad de comer por sí misma usando ambas manos es un logro”.



Humor, empatía y cariño
Siempre, siempre, confiesa Sonia, “le doy mi sello personal a cada actividad, aportando cariño, sentido del humor, empatía y cercanía”. Son, sin duda, los ingredientes del éxito y las cualidades que consiguen que su taller cuente con numerosos adeptos. “Disfruto en el trato con las personas mayores, considero que son un gran valor puesto que aportan experiencia, cultura, sabiduría, valores y vivencias”. La mejor recompensa que obtiene por su trabajo no es material, “ver sus caras de felicidad, de satisfacción cuando son y se sienten parte activa de su vida, de su día a día, porque en esta etapa también son personas capaces de disfrutar de cada momento”, asegura.
Esta semana, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Terapia Ocupacional, Sonia ha recibido el homenaje de las personas a las que cuida y de todo el equipo de Tercera Actividad. Le han agasajado con un ramo de flores y un cuadro muy especial. Han enmarcado el menú con los ingredientes principales de su trabajo: sonrisas, aliñadas con un toque de buen humor y estimulación cognitiva; cóctel de autonomía y autoestima; calidad al ritmo de las oportunidades de cada historia de vida; parrillada de logros y satisfacciones y, cómo no, de postre, tarta de abrazos servida con café tertulia para recordar momentos únicos.



