La Jefatura del Área de Plagas del Instituto Tecnológico Agrario de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha remitido un aviso al sector agrario con la recomendación de vigilar los cultivos de cereal de invierno por la incidencia de plagas de hongos como la roya amarilla y septoria en trigos y triticales, la helmintosporiosis en cebadas y avenas y la rincosporiosis en cebadas.
El informe confirma oficialmente la aparición de los primeros síntomas de roya amarilla en trigo en la provincia, un hongo que seca la planta y el grano y reduce el rendimiento. Considerando el carácter explosivo y rápido de su expansión, se recomienda el seguimiento y la vigilancia y realizar el tratamiento ante los primeros indicios en caso de la aparición en sus parcelas.
En cuanto a la septoria, por el momento se aconseja retrasar el tratamiento y esperar la confirmación de la aparición de roya lo que permitiría compaginar el tratamiento contra ambos, ahorrando costes.
El Servicio de Agricultura ratifica que se han detectado valores más elevados de lo habitual de los cuatro hongos y, aunque en el caso de septoria, helmintosporiosis y rincosporiosis resultan inferiores a los umbrales de tratamiento, se recomienda la vigilancia dadas las condiciones de lluvias y humedad y las previsiones meteorológicas.
Las recomendaciones pasan por efectuar los tratamientos únicamente en los casos en que su presencia alcance los umbrales más elevados y utilizar sólo productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, para lo que puede consultarse la web del Magrama, en el apartado de sanidad vegetal.
Asaja ha expresado su preocupación por la persistencia de estas enfermedades que se traducen en enormes pérdidas productivas en la cosecha, así como en sobrecostes de tratamiento que han de asumir los agricultores. Por ello la organización agraria pide a la administración que, además de reforzar las tareas de control y seguimiento a través de los servicios de sanidad vegetal de la provincia, se convierta en agente efectivo en la erradicación de la roya y otras plagas y no sólo derive a los profesionales del campo la responsabilidad de frenarlas.