La Consejería de Fomento y Medio Ambiente va a desarrollar este otoño en el cinturón verde de Burgos, en la zona de Fuentes Blancas, y en Aguilar de Campoo un tratamiento preventivo experimental contra la procesionaria del pino mediante técnicas de endoterapia que sirva de ensayo para que, si los resultados son satisfactorios, pueda ser aplicado por los ayuntamientos y los propietarios de montes responsables de la salud de sus masas arbóreas y de la población.
Según han explicado desde el departamento que dirige Juan Carlos Suárez-Quiñones, la endoterapia es una técnica alternativa que consiste en la inyección en el sistema vascular de la planta de productos fitosanitarios “presumiblemente de alta eficacia” cuyos efectos permanecen hasta dos o más años y puede evitar tratamientos repetitivos. Además, han garantizado las mismas fuentes, este producto es inocuo para el pino y para las personas.
La procesionaria del pino, ‘Thaumetopoea pityocampa’, es una plaga del pino que provoca una “fuerte defoliación” y puede hacer peligrar las masas jóvenes en zonas de difíciles condiciones climáticas o de suelo aunque la mayor preocupación son los efectos de las orugas sobre las personas, “que pueden provocar reacciones urticantes o alérgicas, en algunos casos severas”.
Según han explicado las mismas fuentes, para controlar las poblaciones de esta especie y minimizar estos efectos en pinos y personas se pueden utilizar diferentes medios físicos, biológicos y químicos. Los medios físicos pasan por la eliminación de los bolsones cuando las orugas están dentro, cortándolos, apilándolos e incinerándolos, método especialmente útil en árboles jóvenes. También existe la posibilidad de destruir los bolsones mediante disparos de escopeta. Por su parte, los métodos de lucha biológica consisten en usar feromonas para capturar a los machos adultos en trampas, útil en zonas de baja densidad, y se complementan con otros métodos de lucha biológica, como el fomento de fauna predadora mediante la instalación de cajas-nido para aves insectívoras y el traslado de hormigueros de hormiga roja.
“No obstante, el método de lucha más comúnmente usado ha sido el químico, consistente en la fumigación con productos fitosanitarios autorizados, que se aplican sobre las fases larvarias en los primeros estadios de desarrollo, al final de verano y en el otoño”, han añadido desde la Consejería de Medio Ambiente. Tradicionalmente este método se empleaba con medios aéreos por la dificultad de mover cañones terrestres en las masas de pinar. Sin embargo, el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, que establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios, prohíbe de forma general los tratamientos aéreos en masas forestales, salvo excepciones que no se dan en este caso. “Por ello, actualmente sólo están permitidos los tratamientos terrestres con productos autorizados para ello, pero este tipo de actuación está condicionada por la orografía del terreno y la proximidad de las masas a zonas urbanas o de afluencia de personas”, han explicado desde el departamento de Medio Ambiente que ha considerado “de interés” fomentar y difundir métodos alternativos e inocuos para las personas en el control de esta plaga, “en especial en zonas sensibles, como son los espacios protegidos, las proximidades de áreas recreativas y de acampada o en las inmediaciones de las viviendas”.
Por ello, la Junta va a ensayar este otoño en Burgos y Palencia un tratamiento preventivo contra la procesionaria del pino mediante técnicas de endoterapia en el entorno de áreas habitadas. “El producto empleado, inocuo para el pino, no entra en contacto con el medio ni con las personas, por lo que puede realizarse en cualquier condición climática y a cualquier hora del día, sin afectar a la población del entorno”, ha defendido las mismas fuentes. Hoy comenzarán los tratamientos experimentales mediante la técnica de endoterapia en el espacio recreativo de Fuentes Blancas, en Burgos capital, y en Aguilar de Campoo, en Palencia, en los próximos días. Posteriormente, la Junta de Castilla y León pondrá los resultados del tratamiento a disposición de ayuntamientos y particulares.