Ante la situación que están viviendo algunos ganaderos de la Montaña Palentina, que en estos días vuelven a manifestar sus problemas por los ataques de lobo, la Coordinadora Central de Salinas, la Asociación Ecologista La Braña y Ecologistas en Acción Palencia, han enviado una nota de prensa conjunta para advertir de “la espiral en la que estamos inmersos desde que la Junta de Castilla y León decidió planificar la gestión de la especie con nuevos instrumentos, el cinegético primordialmente”.
“A poco que se conozca la situación en el norte de la provincia y se sepan interpretar los datos facilitados por el propio Servicio Territorial de Medio Ambiente”, apuntan en el comunicado las asociaciones firmantes, “se deduce de una forma sencilla que cuantos más lobos se están matando más daños se están produciendo, problema que se agudiza estos últimos años de incrementos de cupos, precisamente por daños causados, que suponen automáticamente incrementos con nuevos daños”.
Según los ecologistas, “no debemos obviar que los daños denunciados se han producido dentro de la Reserva Regional de Caza y en un sector concreto en el que se han matado lobos y se ha actuado vía gestión cinegética durante muchos años”. “Este incremento de daños no necesariamente tiene que ser por un incremento de poblaciones, como se pretende hacer creer, o al menos no debe serlo hasta que se realice un trabajo riguroso e independiente que así lo demuestre”, continúan.
“Seriedad, rigor y especialmente imparcialidad”, eso es lo que piden las asociaciones de ecologistas. Algo que, desde su punto de vista, “en la gestión de la Reserva Regional de Caza lleva faltando durante décadas, de ahí la situación de esta Reserva, escándalos incluidos”.
Asimismo, las asociaciones firmantes también reconocen que “es cierto que el ganado extensivo en esta zona debería gozar de mayor protección y debe ser objeto de un análisis diferente el equino del vacuno en cuanto a lo que supone para una explotación”, pero por otro lado, apuntan a que “hay una parte del sector ganadero con actitudes y manejos que deben cambiar, siendo conscientes del espacio en el que viven y de porqué reciben ayudas europeas”. Por ello, consideran que urgente trabajar en una planificación integral del lobo en el Parque Natural y no seguir insistiendo en la gestión cinegética como única y posible solución.
“Si las poblaciones de ciervos, presa principal del lobo en el Parque, se han reducido a la mitad, como manifiestan cazadores e incluso algunos celadores de la Reserva, una adecuada gestión debería haber planteado una reducción de su caza al menos a la mitad e incrementar así el aporte de biomasa para la fauna silvestre, cosa que no se ha planteado, sino más bien al contrario, se sigue cazando y manteniendo la maquinaria burocrática de la Reserva y a todos los que de ella viven”, explican, a la vez que señalan que “nadie debe olvidar que estamos en un Espacio Natural Protegido y es la Administración y sus empleados los que deben dar una solución a los ganaderos que no pase por seguir incrementando la caza del lobo que, como queda demostrado, es la que está provocando este incremento de daños”.
“Dinero hay”, concluyen, “pero tendrá que ser la Dirección Técnica de la Reserva Regional la que explique donde está y en qué se gasta.