La situación sanitaria en la provincia de Palencia sigue siendo caótica y cada día resulta más preocupante la realidad que se está viviendo en la Atención Primaria del medio rural. Desde el PSOE se ha puesto una vez más de manifiesto el problema existente en algunas de las Zonas Básicas de Salud donde la Junta de Castilla y León está procediendo a la reducción de hecho, que no de derecho, de los médicos de familia y de área.
Esta situación ha sido especialmente grave durante el pasado verano en el que varios Centros de Salud de la provincia han contado con plantillas al 50 % o por debajo de dicho porcentaje, y con la suspensión de docenas y docenas de consultas en los consultorios locales.
Esta misma problemática va a repetirse en varios de estos centros, donde las bajas, los traslados, los días de libre disposición y las vacaciones de profesionales mermarán sensiblemente las plantillas hasta el próximo 31 de Enero de 2020.
Según se apunta desde el PSOE, en la actualidad el Centro de Salud de Carrión de los Condes, que engloba numerosos municipios de su entorno, cuenta en su área con ocho médicos a jornada completa y uno a media jornada. A día de hoy, tres se encuentran de baja y uno de ellos haciendo guardias, por lo que contando con los numerosos días pendientes que quedan de vacaciones y de libre disposición se prevé que en muchas jornadas de aquí al 31 de Enero únicamente la atención médica se realice por parte de dos facultativos.
En el mejor de los casos la programación se realizará con cuatro médicos, dos de ellos para el propio municipio y los otros dos se repartirán por los pueblos de alrededor. Cuando sean tres, la atención a los pueblos se hará únicamente con uno y cuando se queden dos únicamente, se cerrarán agendas y se atenderán urgencias.
El origen de este caos se encuentra en el primer recorte que realizó la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, la denominada Reestructuración de la Atención Primaria del 2013, y posteriormente la no sustitución de médicos por bajas, traslados o vacaciones de los profesionales.
Las consecuencias de esta nefasta política sanitaria de la Junta han provocado ya el cierre de las guardias médicas de Barruelo, la atención a los pacientes cada vez con un médico distinto, listas de espera en Atención Primaria con citas que sobrepasan los siete días, sobrecarga en las urgencias médicas en los Centros de Salud y la drástica reducción de las consultas en los Consultorios Locales.
Para los socialistas, el PP y la Junta de Castilla y León siguen aplicando recortes a los servicios públicos, especialmente los sanitarios, y se ceban gravemente con los pueblos de nuestro territorio y de forma especial con aquellos que se encuentran más alejados de las capitales de provincia y en las comarcas periféricas de la Comunidad.