El día 23 de abril, se vivió de un modo muy especial en el centro Tercera Actividad de Aguilar de Campoo. Cualquier motivo es bueno para animarse y aportar alegría en estos tiempos de confinamiento, por eso, prepararon una doble celebración: Día de Castilla y León y Día Internacional del Libro.
“Respetamos todas las medidas de seguridad, distancias, protección y zonificación para garantizar la seguridad de los mayores”, explica Alejandro Serrano, director del centro, “pero dentro de las limitaciones procuramos desarrollar actividades que hagan más fácil su día a día y que sigan manteniéndoles en contacto con el entorno y con sus seres más queridos”.
Así, por ejemplo, ayer festividad de Castilla y León, los tuvieron un desayuno muy especial, a base de chocolate y bizcochos. Desde el hilo musical las jotas y la tuna amenizaron el día. Además, durante toda la semana han trabajado en la elaboración de un mural que representa las diferentes provincias de la región y sus elementos más singulares, convirtiéndose en un álbum sobre el que se han plasmado los recuerdos de los residentes.
Día del Libro
Para conmemorar el Día del Libro, todos, se volcaron en la creación de marcapáginas artesanales, elaborados con cartulina, decorados con fotografías, ilustrados con citas de libros y plastificados.
Hoy, si las nuevas tecnologías lo permiten, contarán con la presencia virtual del responsable de la Biblioteca Municipal de Aguilar, Enrique Robles y de algunos de los integrantes del club de lectura. “La idea es que puedan compartir lecturas y experiencias”, explica Alejandro Serrano, quien incide en lo gratificante que es para el equipo de Tercera Actividad y para las familias, ver “el efecto de estos pequeños gestos en nuestros residentes, en sus rostros y, sobre todo en su ánimo”.
Aislados pero conectados
Y es que, desde que comenzó esta emergencia sanitaria global, el equipo de Tercera Actividad se ha volcado para garantizar la seguridad de las personas mayores, pero también para atender sus necesidades psicológicas y sociales. “Para ellos es fundamental seguir en contacto con sus familias y llevar una vida lo más normalizada posible dentro de las circunstancias”.
Para lograrlo, para mantener la vinculación y el contacto con sus seres más queridos se realizan vídeo llamadas, sí, pero también se ha invitado a los familiares a que envíen a los residentes vídeos, audios, fotografías, cartas o mensajes para que sientan que “a pesar de la lejanía física, siguen estando cerca”.
Así, por ejemplo, Maribel ha enviado una carta a su tío José María. Celsa ha recibido correspondencia de su hija Guillermina. A Elisea, que ha celebrado su cumpleaños en cuarentena, le ha llegado una felicitación de su nieta Laura y un vídeo de toda la familia e incluso le han cantado ‘Cumpleaños Feliz’. Orencia se emociona cuando ve a sus hijos María Teresa, Emilio y Carlos, que, además, le hacen llegar fotografías de su día a día. Felisa ha recibido una postal llena de cariño y ánimo. María José ha enviado a su tía Josefa una poesía para que puedan celebrar juntas el Día del Libro.
Y así, infinidad e historias, de nombres, de gestos que se repiten en Tercera Actividad para demostrar que no hay edades, sino experiencias y que es posible mantener la esperanza y seguir conectados aún en tiempos de confinamiento.