Es imposible sustituir el hogar o la familia, pero en Tercera Actividad Aguilar, el centro gestionado por la Fundación Santa María la Real, siempre tratan de conseguir que las personas a las que atienden se sientan como en casa. Por eso y porque, poco a poco, han ido construyendo su pequeña gran familia, ayer celebraban por todo lo alto el Día de la Familia.
Hermanos, hijos, sobrinos, nietos o yernos… En los últimos días muchas han sido las personas que se han acercado a Tercera Actividad Aguilar a visitar a sus seres queridos y a celebrar juntos el Día de la Familia. ¿Cómo? Posando en un simpático photocall que ha hecho las delicias de familiares y residentes.
“Siempre tienen muy presente a sus familias y esta celebración ha sido muy especial para todos ellos”, explica Alejandro Serrano, director del centro, quien asegura que todo el equipo se ha volcado en la preparación y celebración.
Los familiares han agradecido el esfuerzo y los residentes no pueden estar más contentos. Además del photocall, las personas que participan en el programa mixto de formación y empleo de atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales se han ocupado de redecorar y renombrar algunos de los espacios del centro, creando coloridos carteles y haciendo uso de nombres tradicionales como arambol, celemín, trébede o trillo. Palabras, vocablos que, quizá, ya apenas si se escuchan, pero que para los residentes siguen teniendo un gran significado, porque evocan momentos, recuerdos y experiencias.
“Procuramos realizar este tipo de actividades y celebraciones, no solo para que se reencuentren con sus familiares, sino también para que sigan activos y porque siempre hemos defendido que no hay edades sino experiencias y que nuestros centros son espacios llenos de vida. Ésta es la mejor forma de demostrarlo”, concluye Serrano.