El Ayuntamiento de Cervera de Pisuerga ha formalizado la petición para declarar Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, a la emblemática ermita rupestre de San Vicente y su Necrópolis.
El alcalde Jorge Ibáñez Díaz ha remitido una carta al director General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, junto con una memoria explicativa, y el acuerdo del pleno en el que todos los concejales de la Corporación votaron a favor del impulso de esta declaración.
La Iglesia se sitúa a las afueras de la localidad de Cervera en la zona llamada Vallejera y cercana a la confluencia de los ríos Pisuerga y Ribera. “Forma parte del conjunto de ermitas rupestres existente en la Montaña palentina y el sur de Cantabria que tuvo su mayor apogeo durante los primeros siglos de la Edad Media”.
La particularidad de esta ermita, es que “aparece documentada como Iglesia en el Pacto Fundacional del Monasterio de San Pedro y San Pablo de Naroba (Cantabria) año 818, convirtiendo a la iglesia en el único eremitorio rupestre avalado con textos coetáneos al periodo de ocupación”. La ermita está rodeada de una necrópolis, fechada entre los siglos VIII y IX, que cuenta con una veintena de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, en la actualidad se pueden ver una docena. Se cree que pudo formar parte de un pequeño complejo monástico que contaría con otras dependencias anexos, hoy desaparecidas.
En cuanto al estado de conservación general del hipogeo, apuntar, que “es preocupante en la actualidad, debido a la acción de la climatología y las visitas incontroladas”.
La ermita de San Vicente y necrópolis constituyen el complejo de mayor valor histórico y patrimonial del municipio, se trata de un conjunto emblemático que se ha consolidado como símbolo de identidad de Cervera de Pisuerga y reúne todas las características para poder acogerse a la Ley de Patrimonio y de esta manera, concederle una mayor protección y tutela.
Destacar que la villa de Cervera de Pisuerga fue declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, acuerdo 52/2010, de 27 de mayo, por la Junta de Castilla y León, por lo tanto, “creemos que la ermita de San Vicente reúne los valores que justifican esta declaración, por una parte, para su protección, conservación y promoción de estilo arquitectónico tan exclusivo y singular, y por otro por su aprovechamiento como recurso turístico para el municipio. Además de su adecuación señalización”, concluye Ibáñez.