Esta semana ha finalizado el programa mixto de atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, financiado por la Junta de Castilla y León, que se ha impartido en Tercera Actividad, el centro de atención a personas mayores y/o dependientes que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo.
Ocho de las nueve personas participantes han logrado completarlo con éxito y cinco de ellas comienza a trabajar ya: cuatro en Tercera Actividad y una más en otro centro de la provincia.
“Ha sido un gran grupo y su experiencia es un ejemplo para futuros participantes”, aseguraba Nuria Estalayo, coordinadora de la actividad durante la ceremonia de clausura. Por su parte, Alejandro Serrano, director de Tercera Actividad, destacaba “el compromiso, la implicación, humanidad y empatía” de la que han hecho gala y que “ya traíais de casa”.
Aprovechaba también el director para recordar la importancia del trabajo que desarrolla a diario el equipo de auxiliares en centros residenciales. “Tenemos la profesión más bonita del mundo. Ayudamos a personas mayores con sus propias historias y proyectos de vida, las acompañamos y procuramos hacer su vida mejor. Sois quienes construís y levantáis este centro cada día”, comentaba.
Programa mixto
Desde el inicio del programa, las nueve personas participantes, han dispuesto de un contrato de formación a jornada completa con cotización en la Seguridad Social y han recibido un salario mensual correspondiente al 100% del importe del salario mínimo interprofesional. Cuatro de ellas se incorporan hoy, una vez finalizado el curso, a la plantilla de Tercera Actividad y una más comenzará a trabajar en otra residencia de la provincia. La experiencia no ha podido ser más positiva.
“Ha supuesto un enriquecimiento personal y profesional”, comenta Elena Michelena, una de las participantes, “tras veinte años trabajando en el mundo del diseño gráfico, quise probar en atención a domicilio y me gustó. Desde la oficia del Servicio de Empleo me recomendaron este curso y estoy encantada, porque ha servido para certificar mi valía y me ha dado la oportunidad de trabajar aquí, en Tercera Actividad”.
Junto a ella, Óscar Rengifo, otro de los participantes que se incorpora hoy a la plantilla de Tercera Actividad, recuerda que comenzó el curso porque tenía ganas de trabajar “no para, sino con personas”. Atenderlas, cuidarlas, ayudarlas, ha sido explica, “muy gratificante”. Además, destaca, “en el grupo ha habido muy buen ambiente tanto con el equipo de Tercera Actividad, como entre nosotros; desde el principio sentimos que entrábamos a formar parte de una gran familia”.
Otro de los aspectos que destacan todos los participantes del programa es la posibilidad de ver en el momento, la utilidad de las habilidades y competencias que se enseñan. De hecho, han sido 900 horas de formación teórico – práctica. “El programa consta de cuatro módulos formativos: dos de carácter psicosocial y de organización, y dos de carácter higiénico-alimentario y sanitario”, recuerda Nuria Estalayo, coordinadora de la actividad, para concretar que gracias a ello los participantes aprenden “a tratar de la forma más adecuada a las personas dependientes, al margen de su edad o grado de dependencia”.
Así, han aprendido a prestar apoyo a las personas mayores y/o dependientes en las distintas actividades de su vida diaria como movilizaciones, higiene o alimentación. También se han formado para poder comunicarse más fácilmente, escucharlos, apoyarles, animarlos o acompañarlos y, cómo no, para ser capaces de detectar cualquier cambio significativo que precise de una mayor atención.
Múltiples salidas profesionales
Como demuestran las 5 contrataciones que se llevará a cabo estos días, el certificado que les acredita como profesionales de atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, tiene múltiples salidas profesionales y les da acceso no solo a instituciones, ya sean residencias, centros de día u otras, sino también a desempeñar tareas de cuidado cualificado en el hogar. Un sector en el que existe una gran demanda de empleo, especialmente para gerocultores, capaces de ofrecer una atención personalizada, cercana y profesional.
“La experiencia demuestra que buena parte de los participantes consiguen un empleo”, comenta Nuria Estalayo, quien recuerda que, sin ir más lejos, “en esta edición más de la mitad de los participantes ya tienen trabajo y en Tercera Actividad contamos con casi un 50% de trabajadoras formadas a través de este ciclo oficial”.