La planta de tratamiento de residuos de Palencia ha alcanzado su límite de capacidad en el vaso de rechazos, lo que ha forzado al Consorcio Provincial de Residuos y a la empresa gestora, Acciona, a implementar una solución de emergencia: redirigir los residuos urbanos de toda la provincia a plantas situadas en la provincia de Burgos.
Este cambio, comunicado a las distintas mancomunidades, ha generado importantes complicaciones logísticas, especialmente en el norte palentino. Municipios como Aguilar de Campoo, Cervera y Barruelo deberán transportar sus residuos directamente a la planta de Abajas (Burgos) con camiones recolectores, en lugar de usar los semirremolques que hasta ahora hacían el trayecto a Palencia desde la planta de transferencia de Aguilar.
«El nuevo sistema implica un gasto adicional considerable y podría provocar retrasos en el servicio de recogida», ha explicado el presidente de la Mancomunidad Aguilar-Valdivia, Luis Ángel Puebla. “No es una solución adecuada, pero es lo que nos han dado de momento. Esperamos comprensión por parte de la ciudadanía”, añadió.
El vaso de rechazos, que actúa como vertedero final para los residuos no reciclables, se ha llenado sin que se haya ejecutado a tiempo un plan de ampliación o sustitución. Aunque ya existían avisos sobre su colmatación, la situación ha derivado en una interrupción abrupta del servicio habitual. Se prevé que esta medida provisional se prolongue, ya que las obras necesarias ni siquiera han comenzado.
La recogida selectiva de envases y cartón, gestionada por empresas como Contenedores Castro, también podría verse afectada, ya que esta fracción sigue dependiendo de la planta de Palencia para su tratamiento final. Esto podría traducirse en un aumento de residuos acumulados en los contenedores azules y amarillos.
Desde las mancomunidades se reclama una alternativa más eficiente: que los residuos se transporten con camiones de mayor capacidad, como se hacía anteriormente, para reducir costes y minimizar el impacto en la calidad del servicio.
Mientras tanto, los responsables locales piden paciencia a los ciudadanos y advierten que este tipo de decisiones, si bien inevitables por la situación, deberían haberse planificado con mayor previsión y transparencia.