Hoy se ha presentado un sello dedicado al rabel, instrumento de cuerda introducido por los árabes en época medieval y de gran tradición en Cantabria. Este sello perteneciente a la serie denominada Instrumentos musicales 2012, de la que también forman pare otros cuatro efectos dedicados al Arpa, la Balaica, el Banjo y el Sitar, todos ellos instrumentos de cuerda, originarios de distintas partes del mundo. El director de la Zona 10 (Asturias, Cantabria y León) de Correos, Ángel Pérez Pérez, ha presentado el sello esta mañana en La Casona de Reinosa, acompañado por el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio Fernández.
Las imágenes de los cinco sellos reproducen piezas pertenecientes al Museo Interactivo de la Música de Málaga, piezas que reproducen sonidos naturales diversos que abarcan un amplio abanico de procedencias.
En esta misma sala ha tenido lugar el matasellado protocolario de presentación de los sobres y sello conmemorativo. Todas las personas interesadas pueden obtener este matasellos con el sello y sobres ilustrados en la Oficina de Correos de Reinosa, una vez finalizada la presentación y durante los próximos días.
Al finalizar el acto, la Asociación de Rabelistas Campurrianos ha interpretado varias piezas musicales. Asimismo, se puede visitar en este espacio una interesante exposición filatélica compuesta de cinco cuadros sobre la historia de la música del rabel. El sello que se pone hoy en circulación tiene una tirada ilimitada, y una tarifa de 0,36 euros -tarifa de carta nacional hasta 20 gr.-, lo que hará miles de cartas difundan por nuestra geografía estos instrumentos tradicionales.
La impresión está realizada en Offset, en papel autoadhesivo fosforescente. El formato de los sellos es de 40,9 x 28,8mm. (verticales). Los efectos en pliego son de 25.
El rabel
Se introdujo por los árabes en Europa en época medieval. El instrumento es plano por encima y abombado por debajo y el cuerpo se va estrechando hacia la parte de las clavijas. Suele tener tres cuerdas, que se frotan con un arco curvo y muy corto. Se utilizó mucho por los juglares para acompañar las danzas populares.
El uso tradicional del rabel se ha mantenido con mayor o menor fortuna según los territorios, y es en Cantabria donde ha tenido un gran auge en las últimas décadas. En Cantabria y Palencia hubo grandes rabelistas que dejaron un gran legado, que hoy se conserva y difunde, entre otros, gracias al trabajo de escuelas municipales y asociaciones de rabelistas, que mantienen el gusto y el cariño por es uso del instrumento, además de trabajar en su recuperación y difusión.