El pasado 4 de octubre por la mañana la Junta de Castilla y León repintó las marcas viales de un tramo de la carretera autonómica CL-626 cercano a Guardo a fin de mejorar su seguridad. Los operarios colocaron numerosos conos en la marca vial que separa la calzada del arcén para intentar evitar que los vehículos rodaran sobre la pintura húmeda recién extendida.
Sin embargo, el conductor de un camión articulado que circulaba por dicho tramo entre Muñeca y Guardo invadió de forma continua y reiterada con su vehículo el arcén de esta carretera y desplazó hasta 27 de esos conos dejándolos derribados y abandonados por el arcén, por las cunetas y, peor aún, por la propia calzada de la citada carretera. De este modo provocó un considerable riesgo de accidente al resto de vehículos; uno solo de estos conos podría haber derribado a un motorista o a un ciclista provocándole lesiones graves o incluso la propia muerte.
Con esta conducta el conductor del tráiler también degradó con sus ruedas la pintura húmeda de las marcas viales recientemente repintadas y manchó el resto de la calzada y arcén con la pintura adherida a sus ruedas.
Un testigo grabó en video una parte de los hechos descritos lo que ha permitido al Grupo de Investigación y Análisis de la Guardia Civil de Tráfico de Palencia identificar y localizar a un varón residente en Lugo, propietario y conductor habitual del tráiler, como presunto autor de estos hechos. El citado Grupo de la Guardia Civil ya ha presentado el atestado policial correspondiente ante los Juzgados de Cervera de Pisuerga.
El artículo 385 del Código Penal tipifica como delito originar graves riesgos para la circulación vial colocando en la vía obstáculos imprevisibles, derramando sustancias deslizantes, mutando o anulando la señalización o por cualquier otro medio. Las penas previstas para estas acciones es la de prisión de seis meses a dos años o la de multa y trabajos en beneficios de la comunidad.