¿Qué mejor forma de celebrar el Día Mundial del Libro que una excursión a la biblioteca municipal? Pero, ¿y qué tal si fundamos un club de lectura? Dicho y hecho. Son dos de las actividades que los centros de atención a personas mayores y/o dependientes, Tercera Actividad que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo y León han llevado a cabo esta semana.
Casi 40 personas, entre residentes, familiares y trabajadores del centro de Aguilar de Campoo se acercaban dando un paseo hasta la Biblioteca Municipal Bernardo El Carpio. Allí, gracias a su bibliotecario, Enrique Bravo Robles, no solo han podido conocer la historia del legendario personaje que da nombre al edificio, sino que, además, han podido adentrarse en el funcionamiento del centro y en sus diferentes estancias.
Así, por ejemplo, han podido saber que la biblioteca cuenta con 31.000 libros y casi 4.000 usuarios. Ahí es nada. ¡Ah! Y que no solo guarda y presta libros, sino que también organiza todo tipo de actividades y eventos culturales, desde cuentacuentos, a charlas o concursos. El bibliotecario les ha recordado por qué el Día Mundial del Libro se celebra el 23 de abril, supuesta fecha del fallecimiento en 1616 de dos grandes genios de la Literatura Universal: Miguel de Cervantes y William Sheakespeare. Eso sí, les ha aclarado que más que una casualidad histórica, fue el resultado de cuadrar dos calendarios distintos: el gregoriano, usado en España; con el juliano que, por aquel entonces, se estilaba en Reino Unido.
“Les ha encantado la visita, por el lugar, por la acogida que nos han dado y, cómo no, por la posibilidad de salir de la rutina y compartir un rato con familiares y amigos, a quienes agradecemos desde aquí su apoyo y ayuda constante”, comenta Ángela Soria, fisioterapeuta de Tercera Actividad Aguilar y encargada de la coordinación de la actividad.
Club de Lectura en León
A unos pocos kilómetros de distancia, en Tercera Actividad León, también tuvieron la posibilidad de visitar hace unos días la biblioteca pública y, además, han decidido fundar su propio club de lectura. “Es algo que llevábamos pensando desde hace tiempo y que, por fin, se ha materializado”, comenta Libertad Páramo, directora del centro, quien recuerda que entre los residentes no solo hay grandes lectores, sino también escritores, como Emilce, quien publicó varios libros en patsuezu, una variante del castellano y el bable.
¿La primera lectura del club? El cuento “El escarabajo de oro” de otro grande: Edgar Allan Poe. No solo han podido leerlo y comentarlo juntos, que siempre es mucho más enriquecedor, sino que hasta hay quien se ha animado a realizar su propio dibujo de la portada del libro.