Jesús Miguel Elices y Eduardo Nozal, recién titulados en la Escuela de Ingenierías Industriales en la especialidad de Mecánica de la Universidad de Valladolid, han elaborado un proyecto fin de carrera, que ha merecido la calificación por parte del tribunal de Matrícula de Honor, titulado: ‘Estudio de viabilidad técnico-económica de la implantación de un sistema de transporte por cable de Brañosera- Alto del Golobar’.
El proyecto incluye una interesante comparativa con el teleférico de Fuente Dé (Cantabria) en cuanto a posible afluencia turística, dinamización de la zona, así como acerca de la amortización de la instalación.
“Hemos hecho un análisis desde el punto de vista técnico y se podría realizar, seguidamente realizamos unas estimaciones económicas, luego de mercado potencial, para calcular la gente que podría acudir allí, todo esto en comparación con el teleférico que hay en Fuente Dé y hemos estimado que crecería la población”.
El coste de obra sería de unos 5’5 millones de euros, los gastos de personal y mantenimiento anualmente en torno a 600.000 euros. El estudio desprende que sería rentable con un precio del viaje a partir de 6 euros y a partir de 7’5 euros “se consigue un nivel de rentabilidad bastante alto”. En 25 años, el final del período de amortización, acudirían al teleférico unas 250.000 personas, para saber “que sean reales, hemos comparado con Fuente Dé, donde las cifras actuales son de unas 400.000 personas”.
Jesús y Eduardo no tienen ningún lazo familiar en la zona de Brañosera, son de Palencia capital y querían hacer un proyecto para construir un teleférico y “como conocíamos la zona y es un lugar protegido no estábamos dañando una zona protegida, sino restaurándola pensando en aspectos medioambientales”.
El proyecto es un exhaustivo estudio sobre la viabilidad técnica, económica y medioambiental de la instalación de un moderno sistema de transporte de cabinas por cable con un recorrido turístico de casi 4 Km. de longitud y de unos 8 minutos de duración.
La torre de embarque se situaría en Brañosera y tras tres torres intermedias el desembarque tendría lugar en el abandonado parador de Golobar -para el que ya existe un ambicioso proyecto desde el consistorio norteño-.
El pasado 25 de mayo, estos dos jóvenes presentaron su proyecto al Ayuntamiento de Brañosera y esperan que pueda hacerse realidad una vez superadas las dificultades económicas y medioambientales.