El Festival Torre de Villaescusa llega a su fin este sábado, 26 de julio, con el concierto de clausura a cargo del dúo Casapalma. Esta primera edición del festival cierra con una cita de carácter más festivo, tras haber ofrecido al público tres semanas de conciertos que han abarcado desde el virtuosismo del violín hasta la música de cámara y el Renacimiento, todo ello en el singular escenario de la Torre de Villaescusa.
Para esta clausura, el Festival apuesta por una propuesta innovadora que mira tanto al pasado como al futuro: el folclore cántabro renovado de Casapalma. El dúo, formado por la voz de Irene Atienza y la guitarra de Yoel Molina, ha sabido recuperar la canción montañesa con una soltura increíble, mezclando tradición y electrónica para crear un sonido fresco y contemporáneo.
Este concierto festivo, que pondrá el punto final a la primera edición del Festival, comenzará a las 19:00 horas con la apertura de puertas, seguida de una charla informal con los artistas a las 19:30 horas. Al finalizar, los asistentes podrán disfrutar de un vino español y un aperitivo, cerrando la velada en un ambiente de celebración y encuentro con los músicos.
Como explica el pianista José Imhof, promotor del Festival, “el concierto de Casapalma será un fin de fiesta perfecto para celebrar con el público el éxito de esta primera edición y, sobre todo, para agradecerle su generosidad”.
El Festival, concebido como una experiencia completa que combina música, patrimonio y encuentro, ha demostrado que la descentralización de la cultura es posible y necesaria. La Torre de Villaescusa, una edificación del siglo XVII, ha servido como un escenario único, donde la belleza arquitectónica y la acústica de sus pajares rehabilitados han cautivado a artistas y público por igual.
Con este concierto de clausura, el Festival Torre de Villaescusa se despide hasta el próximo año, dejando una huella imborrable en el panorama cultural de Cantabria y consolidándose como un referente en la valorización del medio rural a través del arte.
ACERCA DEL FESTIVAL TORRE DE VILLAESCUSA
PRIMERA EDICIÓN · JULIO 2025
UNA TORRE MEDIEVAL, UN ESCENARIO ÚNICO
En pleno corazón del Valle de Campoo, Cantabria, el Festival Torre de Villaescusa propone una experiencia musical y patrimonial única. Durante los cuatro sábados de julio de 2025, este nuevo ciclo de conciertos reúne a intérpretes de primer nivel en un enclave excepcional: los antiguos pajares de una torre del siglo XVII convertidos en sala de conciertos.
El escenario, cuidadosamente rehabilitado con piedra y madera, ofrece una acústica envolvente y una atmósfera íntima donde artistas y público se encuentran sin barreras. La singularidad arquitectónica del lugar, sumada a su entorno natural, convierte a este festival en una propuesta cultural inédita, donde el arte y el paisaje se abrazan.
LA PROGRAMACIÓN
El Festival Torre de Villaescusa se celebrará durante los cuatro sábados del mes de julio. Cada velada está pensada como una experiencia completa de disfrute musical, encuentro e inspiración:
● 19:00 · Apertura de puertas
● 19:30 · Charla previa con los artistas
● 19:45 · Concierto
● 21:00 (aprox.) · Vino español y aperitivo
La charla previa será una oportunidad única para conocer de cerca las experiencias y perspectivas de los intérpretes antes de comenzar su concierto. Al finalizar la programación musical, se ofrecerá un vino español y un pequeño aperitivo a todos los asistentes que deseen quedarse y compartir un momento distendido con los músicos y el resto del público. Será una velada especial en un entorno único, donde la música, la conversación y el encuentro serán los protagonistas.
PROGRAMACIÓN ARTÍSTICA
5 de julio · María del Mar Jurado (violín) y Anselmo Bustamante (piano)
Repertorio virtuoso y lírico, con obras de Kreisler, Sarasate, Paganini, Elgar, Saint-Saëns y Jesús de Monasterio.
12 de julio · Themis Quartet
Un homenaje a compositoras históricas silenciadas. Concierto comentado por Paula Sumillera (directora de la Orquesta Sinfónica del Cantábrico).
19 de julio · Capilla Antiqua de Reinosa
Más de veinte voces en un viaje musical por la Europa del Renacimiento, con piezas de Palestrina, Monteverdi y Josquin Desprez.
26 de julio · Casapalma
Folclore cántabro renovado con la voz de Irene Atienza y la guitarra de Yoel Molina, en un cierre festivo que mira al pasado y al futuro.
LA TORRE DE VILLAESCUSA
Construida en el siglo XVII por la familia Bravo de Cosío sobre una antigua torre defensiva medieval, la Torre de Villaescusa es un valioso testimonio de la arquitectura cántabra. Conservada durante catorce generaciones por la misma familia, su estructura refleja la historia del territorio: alianzas familiares, dominio agrario y protección estratégica.
El conjunto ha sido objeto de diversas restauraciones a lo largo de los siglos, manteniendo su carácter histórico intacto. Hoy, gracias a una nueva mirada contemporánea, el espacio se transforma en un centro de cultura y creación, sin perder la memoria de sus muros.
UN SUEÑO HECHO REALIDAD
El festival es el resultado del sueño personal del pianista cántabro José Imhof, afincado en Villaescusa del Bardal. Tras fundar allí su Escuela de Piano y restaurar distintos espacios de la casa familiar —la hornera como estudio, parte de la cuadra como salón—, José fue dando forma a una intuición que llevaba tiempo latiendo en su interior: el potencial artístico del lugar era innegable.
Pero fue a medida que avanzaba en la rehabilitación, y tras comprobar que en efecto era posible dejar atrás su vida en Madrid para establecerse en este pequeño pueblecito al pie del monte y seguir creciendo profesionalmente, cuando esa intuición se volvió certeza. Entonces comprendió que lo que parecía una idea lejana —una sala de conciertos, un espacio de residencias artísticas— podía convertirse en una realidad tangible.
Junto a su pareja Iván López, también artista, comenzó a imaginar un festival como quien sueña despierto: algo pequeño, íntimo, bello. Sin experiencia previa específica en organización cultural, ambos decidieron dar forma al sueño y trabajaron sin descanso en todas las fases del proyecto: desde la adecuación física del espacio hasta la programación artística, la búsqueda de apoyos y la promoción del evento.
A pesar de su timidez a la hora de pedir ayuda, recibieron un respaldo abrumador: casi el 100% de las empresas y entidades a las que se acercaron dijeron que sí. Esta red de confianza, cariño y colaboración les ha reafirmado en la convicción de que este festival no es solo un proyecto personal, sino una contribución real a la cultura, al medio rural y a un nuevo modelo de desarrollo artístico descentralizado.
UNA APUESTA POR EL TERRITORIO Y LA CULTURA
El Festival Torre de Villaescusa apuesta por:
● La descentralización de la cultura, llevando programación de calidad fuera de los grandes núcleos urbanos.
● La valorización del medio rural, sus recursos, su memoria y su futuro.
● La música como vehículo de desarrollo social, económico y emocional, especialmente en territorios en riesgo de despoblación.
● El contacto entre naturaleza y creación artística, generando experiencias sensibles y transformadoras.