El jurado calificador de la quinta edición del Premio de Fotografía que convoca la institución provincial palentina, se reunía hace unos días en el Palacio Provincial para dar con el nombre del profesional de la fotografía, que en base a las propuestas recibidas, consiguiera, por sus méritos profesionales, alzarse con el galardón de esta edición. Un galardón creado en 2009 en homenaje a la ilustre fotógrafa palentina, Piedad Isla, con motivo del aniversario de su fallecimiento, el 6 de noviembre, y como muestra del cariño hacia su persona y de reconocimiento a su labor de cronista gráfica de la sociedad de su época, desde la Montaña Palentina, al norte de la Provincia.
Un premio que este año el jurado calificador de las propuestas, ha considerado que sea otorgado a este fotógrafo de renombre en el panorama fotográfico, José María Madoz, que nació en Madrid, y que es referente de la fotografía a nivel internacional.
Un amplio y extraordinario currículum y su dilatada trayectoria profesional que se halla difundida en numerosas e importantes exposiciones individuales y colectivas, reconocida a nivel nacional e internacional, avalan su merecido nombramiento como uno de los grandes entre los profesionales que ya lo consiguieron: Cristina García Rodero en 2010, Ramón Massats, en 2011, Barbara Allende ‘Ouka Lele’ en 2012 e Isabel Steva, ‘Colita’ en 2013.
El Premio se entregará en un acto público en el salón de actos del Palacio Provincial, que tendrá lugar en el próximo 7 de noviembre.
Recordamos que el premio se otorga como recompensa y reconocimiento profesional a la meritoria labor del galardonado, puesto de manifiesto a través de su trayectoria profesional, con una dotación económica es de 6.000 euros, que permite darle realce y que se ha otorgado a una de las diversas candidaturas que fueron presentadas por instituciones públicas y privadas, asociaciones, etc., cuya actividad tiene que ver con la Fotografía y en general con las Bellas Artes y la Cultura, así como por los miembros del jurado en el transcurso de sus deliberaciones.
El jurado lo componían: el presidente de la Diputación, José Mª Hernández, la diputada delegada del Área de Cultura, Carmen Fernández, los diputados provinciales, Gonzalo Mota y Jesús Guerrero, el representante de Asociación de Fotógrafos Profesionales de España (AFPE), Alejandro Marí, el representante de la Fundación Piedad Isla, Vicente Fernández Merino, y el representante de la Federación Española de Profesionales de la Fotografía y de la Imagen (FEPFI), César Blasco, junto a la ganadora de la anterior edición, Isabel Steva ‘Colita’, el jefe del servicio de Cultura, Rafael Martínez, y como secretario del mismo, José Luis Abia.
Curriculum Chema Madoz
Página web, http://www.chemamadoz.com/
Chema Madoz (Madrid, 1958), reconocido fotógrafo español al que en el año 2000 le fue concedido el Premio Nacional de Fotografía. Ha realizado numerosas exposiciones individuales, tanto en España como en el extranjero, y destacan sus trabajos surrealistas en blanco y negro. Su obra recoge imágenes extraídas de hábiles juegos de imaginación, en los que perspectivas y texturas tejen sus imágenes.
José María Rodríguez Madoz nace en Madrid en 20 de enero de 1958.
Entre los años 1980 y 1983 cursa Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid que simultanea con los estudios de fotografía en el Centro de Enseñanza de la Imagen. La Real Sociedad Fotográfica de Madrid expone la primera muestra individual del autor en el año 1985. En 1988 la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes (Madrid) inaugura su programación de fotografía con una exposición de sus trabajos. Dos años después, en 1990, comienza a desarrollar el concepto de objetos, tema constante en su fotografía hasta la fecha. En 1991 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía muestra la exposición “Cuatro direcciones: fotografía contemporánea española” que itinerará por varios países. Algunas fotografías de Madoz forman parte de esta exposición. Ese mismo año recibe el Premio Kodak. En 1993 recibe la Bolsa de Creación Artística de la Fundación Cultural Banesto.
La Editorial Art-Plus de Madrid edita en 1995 su primera monografía: el libro Chema Madoz (1985 – 1995). Tres años más tarde es la Editorial Mestizo, A. C., de Murcia quien le publica un tomo al artista, el libro titulado Mixtos – Chema Madoz.
En 1999 el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela muestra la exposición individual de trabajos realizados entre 1996 y 1997. A finales de ese año, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedica la exposición individual “Objetos 1990 – 1999”, que se configura como la primera muestra retrospectiva que este museo dedica a un fotógrafo español en vida.
En el 2000 el fotógrafo madrileño recibe el Premio Nacional de Fotografía de España. Ese mismo año la Bienal de Houston Fotofest le reconoce como “Autor Destacado”. Su obra sobrepasa las fronteras españolas llegando no sólo a la ciudad norteamericana sino también hasta el Chateau d´Eau de Toulouse (Francia). Ese año recibió el premio Higashikawa en Japón.
De ahí que la obra de Madoz se caracterice por dirigir su primera llamada a nuestro entendimiento y no a nuestra sensibilidad. Los objetos que pueblan las instantáneas de Madoz nos plantean ante todo un problema lógico que como espectadores competentes tenemos que resolver. El espectador ha de recorrer hacia atrás el largo proceso de análisis y abstracción que el fotógrafo ha recorrido hacia delante hasta toparse con el nexo (oculto a veces, manifiesto otras) que permite asociar los elementos (generalmente dos) que reúnen muchos de sus objetos imposibles. El difícil equilibro que mantienen las instantáneas de Madoz entre forma y contenido no deja de invitarnos a inclinar la balanza hacia el lado del contenido: frente a sus fotografías se nos impone ante todo la tarea de decodificar los elementos entre los que se produce la traslación conceptual con que muchas de sus imágenes juegan.
En ese sentido, las imágenes de Madoz son una suerte de destilado conceptual que, sin embargo, acaba adquiriendo una insólita concreción ontológica. La primera de las muchas paradojas con que nos asaltan sus imágenes tiene que ver con esta oposición entre lo abstracto del proceso de construcción y lo absolutamente concreto del resultado: objetos reales, físicos pero extrañamente irreconocibles que se nos enfrentan reclamando que decodifiquemos su anomalía en clave lógica. Porque, seamos serios: ¿quién diría que no es sensato que, puestos a poner un paso de cebra en el campo, lo hagamos con hierba en lugar de con pintura? Y si tanto tiempo les lleva a los jugadores de billar localizar el lugar exacto del impacto, ¿por qué no insertarles una mira telescópica en el taco? De esta racionalidad surreal, de esta ingenua lógica de lo onírico beben las fotografías de Madoz.
José María Rodríguez Madoz es uno de los más reconocidos fotógrafos españoles y su obra es considerada como poesía visual. Sobre la técnica fotográfica, el propio Madoz dice: “Me interesa en cuanto me permita acceder a los resultados que deseo. Luego de alguna forma hay que olvidarla, no tenerla presente.”
Un casi interminable listado de exposiciones individuales y colectivas, publicaciones, etc., vienen a completar el currículum de uno de los grandes de la fotografía contemporánea.
Más información en estos enlaces:
http://www.rtve.es/television/20130210/chema-madoz-regar-escondido/606688
http://web.archive.org/web/20120214045313/http://www.phedigital.com/index.php?sec=noticia&id=265