El Partido Popular de Barruelo de Santullán ha exigido una solución inmediata al Ayuntamiento de la localidad ante la situación de ruina del antiguo Auditorio Nicolás Torre. Así lo explica su portavoz, Cristian Bedoya en el siguiente comunicado:
“Barruelo no puede esperar más porque la inacción de alcalde Cristian Delgado en relación al antiguo Auditorio Nicolás Torre pone en riesgo “evidente” la salud de vecinos y visitantes. Así opina Cristian Bedoya, edil del PP en el Ayuntamiento de Barruelo tras comprobar cómo, durante esta última semana de febrero y a consecuencia de las fuertes rachas de viento registradas en la cuenca minera, diferentes placas de fibrocemento tipo Uralita se han desprendido de la cubierta del inmueble, en ruina desde hace años sin que el Ayuntamiento haya tomado medida alguna al respecto.
“Ahora la situación es seria porque el fibrocemento es peligroso cuando se fragmenta y el amianto se dispersa. Como se lleva años sin hacer nada, ya está sucediendo eso: las placas del tejado han caído al suelo y se trata, además, de una zona céntrica por la que pasan los pacientes que acuden al Consultorio Local, niños que van a la Escuela Infantil y vecinos que hacen uso de uno de los pocos aparcamientos amplios de Barruelo. En suma: un peligro y una evidencia de dejadez que podría estar ya solucionada si, por ejemplo, el señor alcalde hubiese planteado, con cargo a fondos europeos o de cualquier otra procedencia, la construcción de algún tipo de equipamiento en el solar que ocupa el Auditorio, pero ha preferido, por ejemplo, abordar una reforma del Ayuntamiento que nadie pedía”, detalla Bedoya.
Edificio particular
El antiguo Auditorio, y así lo detalla Bedoya, es de propiedad particular, pero el consistorio podría haber, visto su estado, negociado con los propietarios para articular un derribo ordenado y, por ejemplo, haber ubicado en la parcela los adosados en régimen de VPO que están previstos en Barruelo, pero no se ha hecho nada: “falta imaginación, falta compromiso y falta dedicación. Vamos a Fitur a promocionarnos y está bien, pero cuando llega cualquiera, lo que ve es un pueblo sucio, dejado y con un edificio en ruinas en el centro del que se desprenden placas de Uralita que contiene amianto cancerígeno y al alcalde le da igual. De hecho, hace unos años hasta él mismo entró al antiguo auditorio sin protección de ninguna clase y respiró el amianto que, ahora, llena el aire de Barruelo por su inacción”.
La situación, detalla Bedoya, es también responsabilidad directa del concejal de Urbanismo, Felipe García Vielba: “Del alcalde se puede esperar poco, ya le conocemos: se preocupa más de otras cuestiones que del día a día; pero confiábamos en que Felipe García Vielba, el concejal de Urbanismo, tomase cartas en el asunto, porque sabe perfectamente el riesgo que entraña esta situación, pero tampoco hay respuesta. De un tiempo a esta parte, esa es la tónica en Barruelo: se proyecta de puertas a fuera una imagen que no cuadra con lo que puede ver cualquiera que pasea por nuestras calles. Felipe podría hacer mucho más y, si no sabe cómo, que pida ayuda: si el alcalde no le escucha, que hable con nosotros, que siempre estamos para echar una mano en lo que haga falta y reunirnos con quien convenga. A nosotros no nos da miedo llamar al Ministerio de Transición Justa, la Consejería de Medio Ambiente o quien haga falta y acompañarlos para buscar soluciones, tal y como estamos haciendo con los presidentes de las Juntas Vecinales. Y, además, lo haremos sin fotos y con discreción”.