El Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados presentó la petición de apoyo por parte del Gobierno de España, para que se impulse la candidatura del Románico Palentino como Patrimonio Mundial de la Humanidad en colaboración con todas las instituciones interesadas, así como con administraciones e instituciones de otras comunidades autónomas que deseen sumarse a este objetivo.
La diputada socialista por Palencia, Maria Luz Martínez Seijo, fue la encargada de presentar esta propuesta con el fin de poder agilizar los trámites e intentar que la declaración pueda llegar con la presencia de ‘Las Edades del Hombre’ en Aguilar de Campoo en 2018.
Desde el PSOE se recordó que, con anterioridad, ya se había buscado la declaración del Románico Palentino como Patrimonio Mundial con iniciativas de varios grupos políticos tanto en estas Cortes de Castilla y León como en las Cortes Generales de España. Pero aquellas iniciativas, y otras propuestas por administraciones locales y provinciales, no dieron sus frutos.
Veinte años después de aquellas propuestas, los socialistas consideran en su propuesta que el Románico Palentino, como bien cultural, “cumple con creces los seis criterios exigidos por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco para ser incluido en la Lista del Patrimonio Mundial”.
Por ello, se debe de promover, de nuevo y con redoblado esfuerzo, la candidatura del Románico Palentino como Patrimonio Mundial, y en tal sentido se debe de iniciar el proceso para que sea tenida en cuenta por el Consejo del Patrimonio Histórico Español para que una vez sea considerada en el mismo, el Gobierno de España la presente al Comité de la Unesco.
Martínez Seijo sostuvo en su petición que en las tierras del norte de Palencia se reúne la mayor concentración románica del mundo, completándose con los monumentos del sur de la provincia de Santander y los del norte de la de Burgos.
Además de su cantidad, desde el PSOE, destacaron la calidad de las iglesias palentinas como San Martín de Frómista, o la cripta de San Antolín en la catedral de Palencia que comparte sistemas constructivos de la vieja arquitectura asturiana.