La promoción de hábitos saludables para mejorar la calidad de vida de la sociedad en la que vivimos es una estrategia que sin duda compete a los agentes políticos y sociales; y es una labor que debe gestionarse desde ámbitos como las instituciones públicas.
La Diputación Provincial, en su apuesta por el bienestar de todos los palentinos inició en junio de 2017 los trámites de adhesión a la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud (EPSP) y desde entonces, ha llevado a cabo distintas acciones para su puesta a punto y funcionamiento.
A lo largo de este proceso, varios hitos clave han ido construyendo un firme camino hacia la adhesión a Red de Ciudades Saludables. El primero de ellos, allá por octubre del año pasado; la Diputación Provincial, única institución de este tipo que participa, entró a formar parte de la mesa intersectorial de esta estrategia, con el fin de elaborar un diagnóstico comunitario, así como un catálogo de recursos adscritos al proyecto.
Y es que la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS se conforma como una herramienta eficaz de intercambio de experiencias que pone sobre la mesa las actuaciones de diversas entidades en materia de educación para la salud, envejecimiento activo o prevención de conductas como la drogodependencia. Además de esto, propone soluciones como es el caso del desarrollo progresivo de “buenas prácticas” basadas en evidencia científica, dirigidas a mejorar los distintos aspectos que engloba el término salud.
Para poner en marcha un proyecto como este, la Diputación de Palencia contó con un pilar fundamental en muchas de las acciones que lleva a cabo el Área de Servicios Sociales: las CEAS. En este caso fueron Guardo, Aguilar, Saldaña y Venta de Baños las que arrimaron el hombro a favor de la salud de los ciudadanos. Uno de los aspectos más importantes que salió de estos grupos de trabajo fue la elaboración de un diagnóstico sobre las actividades de Promoción de la Salud que se llevaban a cabo en la provincia, tanto aquellas que prestan las instituciones como las que ponen en marcha asociaciones de manera formal o informal.
A partir de ellos se constituirán grupos de trabajo territoriales con participación de diversos agentes sociales: asociaciones de mujeres, técnicos de acción social comunitaria o representantes de centros de salud.
Todo ello con el fin de lograr integración, equidad, seguimiento, monitorización, evaluación de las acciones desarrolladas y, por supuesto, la coordinación entre administraciones para la implementación de la estrategia. Además, la propia FEMP aportó su granito de arena para la puesta en marcha del proyecto, con una aportación de 7.200 euros.
Con todo esto la provincia ha alcanzado un amplio desarrollo en la materia, obteniendo un catálogo de programas y recursos de Salud adaptados a los sectores de población que más lo necesitan en nuestro medio rural: mujeres, personas mayores, discapacitados y jóvenes. Entre todos estos programas encontramos actividades en favor de la educación para la salud, la actividad física, la alimentación saludable, la prevención del consumo de alcohol o tabaco, el bienestar emocional o la parentalidad positiva. Sin duda, todas ellas indispensables para mantener las mejores condiciones de salud posible, para favorecer la integración en el entorno social de las personas del medio rural y para entrar con buen pie a formar parte de la Red de Ciudades Saludables.
Sin duda alguna, conseguir formar parte de esta organización no es baladí si tenemos en cuenta su envergadura y trayectoria. Allí no solo se desarrollan «modelos de buena práctica» o se formulan propuestas de investigación para la evaluación de la efectividad de las estrategias, sino que también se fomentan las relaciones con otras redes nacionales e internacionales. Esta organización, nacida con el objetivo de debatir sobre la salud y el bienestar de sus ciudadanos, cuenta treinta años después con 190 entidades locales que representan a cerca de 20 millones de habitantes y la Diputación de Palencia no puede dejar pasar este “valor añadido” para la estrategia de salud de la institución.
La Institución Provincial no ha dudado en apostar e invertir en la salud en su conjunto de modo que todos y cada uno de los componentes que trabajan por su promoción estén implicados y en estrecha colaboración para que los ciudadanos alarguen en años su capacidad de autonomía, que disminuyan los riesgos que provocan enfermedades y que el binomio cuerpo-mente sea mucho más saludable y, por tanto, más feliz.