El grupo municipal de Izquierda Unida-Equo en el Ayuntamiento de Aguilar de Campoo ha mostrado su postura respecto a “la puesta de largo ante los medios”, del Partido Popular, sobre “la modificación de las tasas e impuestos durante estos dos años y medio”. Señalan que el PP “lo que ha vendido como una bajada no lo ha sido, poniendo los aportes y el trabajo de la oposición en un, casi tercer plano”. Así lo explica en un comunicado el portavoz IU-Equo, Alberto García.
“Se trata de modificaciones que benefician a la mayor parte de los vecinos y no aumentan la presión tributaria, es más la rebajan” son palabras recogidas en los medios del concejal de hacienda, Carlos Sierra, del ayuntamiento de Aguilar. Esto que ha hecho el PP de Aguilar es lo que ha se llama, comúnmente, vender una “burra” dónde, si acaso hay algo de verdad, ha sido por el trabajo conjunto de todos los grupos políticos que conforman el consistorio de Aguilar. Además, desde PSOE, AIA e IU hemos hecho aportes importantes en cuanto a la modificación e innovación de las tasas. El Partido Popular se ha encargado de subirlas.
La lista de bajadas que son subidas son las siguientes, recordando (por tener una referencia) que el IPC entre septiembre de 2015 y septiembre del 2017 es del 2%
• Las tasas del cementerio municipal subió para el año 2016 un 2,5% de media. Ahora se añade la tasa aplicada a columbarios.
• Las licencias urbanísticas, para 2016, algunas bajaron, otras subieron, disparándose los informes urbanísticos 60% y cédulas urbanísticas 12%.
• En la tasa de Utilización privativa o aprovechamiento especial del dominio público, se incrementó a partir de 2016 las entradas de vehículos, se incrementó un 50% por cada entrada sin licencia de vado, así como los veladores y sillas, con un 5% por cada tramo, así como los puestos y barracas de más de 10 m².
• Respecto a IBI, es cierto que bajaron los dos tipos en 2016 (el general y el especial, aunque éste lo volvieron a subir para 2017), pero, como llevamos anunciando más de dos años, como tocaba revisión de los valores catastrales (y tocaban al alza), lo que se ha vendido como una bajada se ha podido convertir en una subida.
• El Impuesto de actividades Económicas subieron la mayoría de los tipos en 2017.
• Se ha creado en 2018 una tasa de residuos que recaudará más, por tanto, grava más a los vecinos y vecinas que decidan hacer obra al tener que retirar y hacer que el ayuntamiento gestione los residuos.
• El impuesto de construcciones, instalaciones y obras: desde Izquierda Unida, insistimos con la bonificación de la generación de los contratos indefinidos, es decir, que a las empresas se les bonifique por la creación de empleo estable y no como hasta ahora, y también desde el PSOE, con el tema de autónomos y la bonificación de fachadas en zonas BIC, los que hemos apostado por presentar al equipo de gobierno propuestas nuevas a la concepción inamovible que tenía este impuesto en sus dos vertientes bonificables por interés municipal.
• Las tasas por uso de locales públicos: nuestras propuestas de no gravar a los vecinos y vecinas que pidan su uso con un fin cultural o social, o el habilitar de un espacio común donde la gente se pueda reunir, fueron desestimadas. El PP de Aguilar se ha dedicado a gravar todos y cada uno de los locales públicos sin buscar un fin social, llegando hasta poner precio por el “uso” del patio de la biblioteca.
Debe de ser de las pocas veces que el PP ha trabajado a partir de propuestas de la oposición, pero les invitamos a seguir trabajando en esta línea. Una cosa hay que reconocerles, que el PP de Aguilar ha bajado un impuesto; uno y no varios, un 5% en el impuesto sobre vehículos. Hay que dejar en claro que subir impuestos no es malo, pero esto hay que hacerlo de manera progresiva y proporcional a las rentas de cada unidad familiar, y así poder dedicarlos a aumentar el gasto social: esto se llama reparto de la riqueza. Pero en política hay que trabajar con honor y franqueza, lo contrario que ha hecho el PP de Aguilar en tanto en cuanto lanzó esta noticia a los medios, anticipándose a un debate en público en el pleno, como si fuesen la oposición, intentando sugestionar o aleccionar a los vecinos y vecinas, igual porque va pasando la legislatura y se les acumulan los temas pendientes.