Miembros de la Asociación Ecologista La Braña han interpuesto una denuncia en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Barruelo de Santullán ante la constante muerte de aves provocadas por la central eólica de ‘El Pical.
Los hechos denunciados ocurrieron en los pasados meses de julio y septiembre, cuando sendas aves fueron encontradas en la base de los aerogeneradores de esta central industrial. Ambas presentaban el mismo traumatismo que provocó su agonía y posterior muerte: la pérdida completa de una de sus alas ocasionada por el golpe de un aspa de un molino.
Señalan que estas aves “abatidas por el impacto, agonizaron en el suelo hasta que se desangraron por completo. Otras aves tienen una muerte más rápida y son completamente destrozadas por las aspas, todo depende de la velocidad de las mismas”. Las muertes denunciadas corresponden con un buitre leonado y con un milano real. Esta última especie está en peligro de extinción y es una de las que goza de mayor protección legal en nuestro país, aunque esto no la salvó de caer abatida en una zona declarada ZEPAS como es el Parque Natural Fuentes Carrionas-Fuente Cobre Montaña Palentina, en cuyo límite y a una altitud de 1500 metros, es donde se encuentra la central de ‘El Pical’, íntegramente dentro de la zona de recuperación de otra especie emblemática: el oso pardo cantábrico.
La Braña recomienda que cualquier persona que se encuentre con aves muertas en esta u otra central eólica, lo denuncie de inmediato ante el SEPRONA o los servicios de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, “sacando fotos y ubicando exactamente el lugar de la muerte”. Además, añade “es importante que se acumulen las denuncias porque donde se encuentra la central de ‘El Pical’, en medio de un sotobosque y rodeada de extensas masas de robles, los restos de aves muertas son rápidamente aprovechadas por la abundante fauna de la zona, por lo que las pruebas del delito son rápidamente eliminadas por la propia Naturaleza”.
Los conservacionistas afirman que “los 30 molinos de ‘El Pical’ se habrán cobrado la vida de miles de aves y quirópteros en los 21 años que lleva en funcionamiento, por lo que aboga por denunciar todas las muertes y pide a la Junta de Castilla y León que todas las zonas de la comunidad con algún grado de protección medioambiental, patrimonial o paisajística sean declaradas de exclusión eólica. No se pueden proteger zonas por sus altos valores ambientales y permitir instalaciones que destruyen esa biodiversidad. Exigimos que la Junta prohíba estas plantas eólicas o las solares en cualquier zona protegida de Castilla y León”.