La Diputación de Palencia como entidad local integrada en la Red Española de Ciudades Saludables (RECS), ha recibido, recientemente, 8.005 euros en concepto de ayuda para el desarrollo del Programa de prevención de caídas, como resultado del proceso de valoración y subsanación de los proyectos presentados a la Convocatoria de Ayudas en el marco del Convenio suscrito por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) con el Ministerio de Sanidad, el pasado 30 de junio.
Esta ayuda se debe a las actuaciones estratégicas, innovadoras y de calidad que desarrolla la institución provincial en las líneas del programa de Ciudades Saludables y de la Estrategia de Promoción de la Salud y prevención en el Sistema Nacional de Salud (EPSP).
La Diputación a través de esta ayuda busca promover entre su población un envejecimiento saludable y conseguir ganar años de vida de buena salud y libre discapacidad. Fue en octubre de 2018 cuando la Institución provincial, presidida por Ángeles Armisén, consiguió formar parte de la RECS, a través de la estrategia de promoción de hábitos saludables para mejorar la calidad de vida de la sociedad en la que vivimos.
De esta forma, todos y cada uno de los componentes que trabajan para su promoción están implicados y en estrecha colaboración para que los ciudadanos alarguen en años su capacidad de autonomía, que disminuyan los riesgos que provocan enfermedades y que el binomio cuerpo-mente sea mucho más saludable y, por tanto, más feliz.
Para desarrollar un proyecto como este, la Diputación de Palencia cuenta con un pilar fundamental en muchas de las acciones que lleva a cabo el Área de Servicios Sociales, los CEAS. Como resultado de este trabajo en conjunto, la provincia ha alcanzado un amplio desarrollo en la materia, obteniendo un catálogo de programas y recursos de Salud adaptados a los sectores de población que más lo necesitan en nuestro medio rural: mujeres, personas mayores, discapacitados y jóvenes.
Aunque el continuo aumento de esperanza de vida en nuestra sociedad es un gran logro, también es un importante desafío. El verdadero reto es conseguir mantener la independencia y la capacidad funcional a medida que se envejece para conseguir un envejecimiento activo y saludable, de manera que consigamos añadir “vida a los años” y no únicamente “años a la vida”.
Por ello, la atención a las personas mayores se centra en potenciar su capacidad funcional, tanto para las actividades instrumentales de la vida diaria (manejo del dinero, situaciones de gestión…), como de las actividades básicas (vestirse, asearse…), evitando en la medida de lo posible cruzar el umbral de la discapacidad y dependencia.
Además, como consecuencia, el Sistema Nacional de Salud (SNS) está implantando el “consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la Persona Mayor”, que consiste en realizar una detección precoz e intervención en fragilidad a toda la población mayor de 70 años, mediante una herramienta que permita detectar la limitación funcional incipiente, ofertando a la población detectada una intervención basada en un programa de actividad física multicomponente.
La Institución provincial, puesto que cree que se trata de una labor que debe gestionarse desde las institucionales públicas, no ha dudado durante estos años en apostar e invertir en la salud en su conjunto.