Técnicos de la Fundación Santa María la Real participaban hace unos días en una reunión de trabajo celebrada en Pleven (Bulgaria), dentro del proyecto CD-ETA, al que la entidad cultural aporta su experiencia en digitalización del patrimonio.
El reto del proyecto CD-ETA es fomentar políticas que mejoren la digitalización del patrimonio cultural y natural europeo; así como establecer criterios comunes que contribuyan a una mejor comprensión y accesibilidad de la información compartida.
En este sentido, la Fundación Santa María la Real aporta su experiencia en los trabajos de digitalización de los testimonios recopilados durante la elaboración de la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica volcados en la plataforma www.romanicodigital.com.
La reunión de Pleven, sirvió para poner en común y dar a conocer los distintos planes de acción que cada socio implementará en sus regiones de influencia durante los próximos tres años, hasta 2021. Así, por ejemplo, desde la Fundación, que lidera el grupo de acción de Castilla y León, se dieron a conocer algunos de los aspectos del IV Plan de Intervención en el Patrimonio Documental de la región, que, además, fue el eje de una de las últimas reuniones celebradas en la sede de la entidad en Valladolid dentro del proyecto.
El encuentro en Bulgaria sirvió también para analizar buenas prácticas y compartir conocimientos en el ámbito de la digitalización del patrimonio cultural. Así, por ejemplo, la Mancomunitat de la Ribera Alta MANRA, el otro socio español de CD-ETA, ha adquirido una nueva visión de la digitalización del patrimonio, su importancia y relevancia en oportunidades culturales, históricas y económicas. De este modo, han creado un departamento específico dedicado a este ámbito, para lo que se han inspirado en la experiencia y estructura de la Fundación Santa María la Real.
Desde la puesta en marcha del proyecto, en abril de 2016, se han realizado tres talleres interregionales y cinco seminarios temáticos, cuyos resultados se verán reflejados en los planes de acción de cada socio. A partir de ahora, se inicia la segunda fase del proyecto orientada a lograr la ejecución y puesta en marcha de los planes.
Cabe recordar que el grupo de trabajo de CD-ETA está integrado por ocho socios de Bulgaria, Rumania, Estonia, Eslovenia, Italia, España y Grecia. El proyecto se desarrolla al amparo del programa Interreg Europe.