El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez Ramos, ha presentado esta guía concebida como un instrumento de ayuda a profesionales de SACYL para sensibilizar sobre la importancia de la prevención ante el abuso de las tecnologías de la información y la comunicación. Se trata de que el personal sanitario conozca las diversas consecuencias y riesgos que tienen las TIC, ofreciendo herramientas para la detección del uso problemático y una atención adecuada y coordinada en los distintos niveles asistenciales.
Las TIC se han convertido en herramientas útiles para el estudio y el trabajo que facilitan información y conocimientos, además de aspectos de ocio y diversión. La tecnología forma parte de la vida cotidiana de los menores, ya que la mayoría disponen de teléfono móvil con acceso a internet, y hacen un uso generalizado de los servicios y recursos que ofrece la red, desde el correo electrónico, pasando por el uso de redes sociales y mensajería instantánea hasta juegos en línea o apuestas deportivas.
La cotidianeidad y normalización de su uso ha supuesto perder la conciencia de riesgo, y relajar los controles a menores que acceden a una ventana abierta de contenidos para muchos de los cuales no están ni preparados ni acompañados.
Los expertos alertan de los riesgos de desarrollar un uso problemático y una adicción, entre otros factores debido a los mecanismos y tácticas que utilizan las redes sociales y aplicaciones de juego para que estén más tiempo haciendo uso de estas. Así, una parte de la población menor de edad está desarrollando patrones negativos, especialmente en el juego online y las apuestas deportivas, que aumentan con la edad y dan lugar a la aparición de conductas de riesgo importantes con consecuencias en su salud emocional y física, en las relaciones familiares e interpersonales, etcétera.
Por ello, es importante señalar las consecuencias negativas en el desarrollo evolutivo (físico, cognitivo, emocional y social) de la sobreexposición a “pantallas” desde edades tempranas. Esta sobreexposición en un cerebro joven puede afectar a la formación de diferentes áreas en los primeros años y en la adolescencia, pudiendo dejar esta sobreexposición marcas epigenéticas en diversos circuitos neuronales.
Además, el uso de las pantallas como “chupete digital” (para que “no molesten”) no sólo favorece una forma de regulación inadecuada, sino que impide poner en marcha otros mecanismos de autorregulación emocional y conductual más saludables y que favorezcan un desarrollo evolutivo más adecuado.
Por tanto, el abuso de las TIC desde las primeras etapas vitales tiene influencia en aspectos cognitivos como la atención, la concentración, la memoria o las funciones ejecutivas. También puede afectar a la capacidad para participar en actividades que fomenten el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad.
Asimismo, en el desarrollo de las habilidades propias de cada etapa evolutiva es necesario un aprendizaje activo, en el que haya una integración de diferentes estímulos, donde puedan experimentar por sí mismos, no sólo ver de forma pasiva, y en las que las personas adultas o cuidadoras puedan actuar como mediadoras ante la estimulación recibida y contener, dosificar y/o dar significado a esta estimulación.
Por ello, desde la Consejería de Sanidad se ha visto como muy necesario educar en un buen uso de las TIC, detectando problemas y actuando en consecuencia, todo dentro de la denominada “Acción Coordinada sobre Adicciones Sin Sustancia en Castilla y León”, establecida entre las consejerías de Familia e Igualdad de Oportunidades, Sanidad y Educación, en la que se definieron actuaciones con el fin de mejorar la prevención, la detección precoz y la asistencia a las personas que padecen trastornos por conductas de juego (juego patológico y adicción a los videojuegos) o que hacen un uso problemático de las TIC.
Para apoyar estas actividades y realizarlas con la calidad adecuada, se decidió constituir un grupo de trabajo multidisciplinar sobre el uso de las TIC y la salud, con profesionales sanitarios de SACYL (pediatría, enfermería pediátrica, medicina y enfermería familiar y comunitaria, y psicología del equipo de salud mental), el Colegio de Psicología y el Comisionado de la Droga (Consejería de Familia), todo coordinado con la Federación de Salud Mental de Castilla y León.
Desde este grupo de trabajo se ha preparado esta Guía, que pretende ser un documento formativo e innovador con pautas para familias y profesionales (sobre todo de Atención Primaria y Salud Mental) de ayuda a la promoción de un buen uso de las TIC, así como de coordinación y atención ante un abuso o problemas de ciber violencia en las mismas.
En esta Guía se dan pautas para:
Realizar educación para la salud digital a nivel individual, grupal y comunitario.
Detectar signos de sospecha de abuso o mal uso de las TIC.
Atención sanitaria ante las diversas problemáticas que puedan aparecer.
Servicios de apoyo a los que derivar según los casos.
Red de apoyo comunitario sobre el uso de las TIC en Castilla y León.
Esta Guía de la Consejería de Sanidad se dirige por tanto a profesionales sanitarios que trabajen con menores, sobre todo, pero también a personas adultas que trabajen en la prevención de adicciones y la promoción de la salud mental, entendiendo que desde el sistema sanitario se dispone de un ámbito privilegiado para conocer los hábitos de la población y trabajar para la prevención y promoción de la salud.
Educación en salud digital
Desde la esfera sanitaria es necesario trabajar hacia la prevención del uso problemático de las TIC en menores, promoviendo una relación saludable y equilibrada con la tecnología desde una edad temprana. La educación en la salud digital es esencial para ayudar a las personas, especialmente a los niños y adolescentes, a utilizar la tecnología de manera segura, responsable y saludable.
Así, en Atención Primaria se cuenta con una cartera de servicios que recoge las actividades de prevención y promoción de la salud individual, familiar y comunitaria, donde se ha incluido la prevención y detección del abuso de TIC y la promoción de hábitos de vida saludables. También desde los equipos de Salud Mental de SACYL, sobre todo infanto-juveniles, es importante tener en cuenta la promoción de un buen uso de las TIC, que pueden ser causa de adicciones y problemas o de empeoramiento de las patologías de base.
Se considera necesario trabajar desde el ámbito sanitario hacia la prevención del uso problemático de las TIC en menores, promoviendo una relación saludable y equilibrada con la tecnología desde una edad temprana. La educación en la salud digital es esencial para ayudar a las personas, especialmente a los niños, niñas y adolescentes, a utilizar la tecnología de manera segura, responsable y saludable.
Desde las edades más tempranas es fundamental fomentar un equilibrio saludable en el uso de dispositivos tecnológicos: establecer rutinas saludables, promover la comunicación familiar y un diálogo abierto entorno a las TIC, definir límites de tiempo de pantallas, servir de “modelo” de comportamientos saludables, tener una participación activa en su educación y reforzar valores familiares relacionados con la salud, la educación y las relaciones personales.
Intervenciones preventivas de calidad
Todo ello plantea la necesidad de impulsar intervenciones preventivas de calidad con los menores y sus familias, incorporando la perspectiva de género para disminuir el riesgo de sufrir problemas con el acceso a internet, las TIC y los videojuegos, juegos de azar y apuestas deportivas. Las acciones preventivas deben de hacerse desde todos los ámbitos, principalmente desde la aplicación de políticas de control de la oferta basadas en la evidencia (prohibición de acceso, limitación de promoción y publicidad, etc.) y educativas, tanto en el ámbito familiar como escolar, sin olvidar otras políticas de salud pública.
La ‘Guía de Promoción del Buen Uso de las TIC en Castilla y León desde los Servicios Sanitarios’ establece una serie de pautas de actuaciones para los profesionales, que se centran en primer lugar en los servicios de Prevención y Promoción de la Salud, de manera que en las distintas etapas de la vida, sobre todo en las revisiones programadas en la infancia, se debe abordar el uso de las TIC para trabajar la prevención y detectar problemáticas, aprovechando que la cartera de servicios de Primaria aporta escalas de ayuda.
En segundo lugar se centra en la educación para la salud en los centros educativos, incluyendo toda esta problemática como promoción de una buena salud emocional.
Los buenos tratos y un uso adecuado de las TIC se pueden trabajar también desde la educación prenatal, la escuela de madres y padres o el abordaje de malestares en salud. Las intervenciones comunitarias, sobre todo con jóvenes, son buenas ocasiones para abordar el buen uso de las tecnologías, en sinergia con entidades y asociaciones expertas en el tema.
Un ejemplo de actuación se centra en las ciber violencias, cada vez más peligrosas y extendidas. La atención multidisciplinar e integrada que contempla esta Guía prevé en primer lugar la detección del problema y la derivación coordinada al dispositivo sanitario adecuado. En segundo lugar, y si fuera necesario, la protección a través del sistema de servicios sociales (apoyo psicológico o jurídico, etc.); también se contempla la detección y derivación desde el sistema educativo, así como la denuncia y proceso legal si fuera necesario. Y por último, pero no menos necesario, el apoyo del tercer sector para el acompañamiento de las víctimas y sus familias.
Formación y herramientas profesionales
También se ha realizado formación a 455 profesionales sanitarios para sensibilizarles en el tema con dos ediciones (2023 y 2024) del curso online de Promoción del buen uso de las TIC en la Comunidad desde el ámbito sanitario.
Además, se ha difundido a las áreas de salud un material para el apoyo al registro de las TIC en las guías asistenciales de la Historia Clínica de Medora, y de esta forma favorecer a los profesionales de Atención Primaria en el abordaje de estas cuestiones de salud.
Recomendaciones generales
Por último, la Guía establece, en coordinación con lo establecido por la Asociación Española de Pediatría en su Plan Digital Familiar, una serie de recomendaciones generales para prevenir y evitar las dañinas consecuencias de un uso abusivo o inadecuado de las TIC. En primer lugar promover el juego creativo, simbólico, motriz y de interacción social en la infancia; en segundo, establecer límites de tiempo y contenidos en el uso de las TIC por edades y madurez.
Se recomienda también estar presentes y conocer los contenidos que visualizan los menores, favoreciendo el pensamiento crítico y la realización de otras actividades sociales presenciales; se promueven además los buenos tratos y la resolución de conflictos, trabajando la empatía digital, es decir, ser capaz de ponerse en el lugar del otro y entender que, tras las pantallas, lo que hay son personas.