Las jornadas, organizadas por la Fundación Santa María la Real, en el marco del programa de cursos de verano de la Universidad de Cantabria, servirán para analizar la estructura interna de los monasterios, coincidiendo con la celebración en Aguilar de Campoo de una nueva edición de las Edades del Hombre.
Así lo ha anunciado hoy, José Ángel García de Cortázar, codirector del curso y catedrático de la Universidad de Cantabria, durante la clausura del XXXI Seminario celebrado estos días en Aguilar de Campoo. En las jornadas, que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de la villa y la Diputación de Palencia, han participado 139 alumnos, que a lo largo de cuatro días han analizado las claves de la convivencia en los monasterios medievales.
Nueve expertos han sido los encargados de ilustrarles en torno a aspectos como los monasterios dúplices y los familiares en los siglos VI al IX; la difícil convivencia de hombres y mujeres en el cristianismo antiguo; los monasterios medievales y su entorno más inmediato; los espacios de penitencia; la vida monástica en imágenes o las tensiones internas de las comunidades cistercienses medievales.
“Como cada año el curso ha servido para fortalecer lazos académicos y humanos”, apuntaba Ramón Teja, codirector del seminario, quien también ha estado presente en la clausura de las jornadas. Junto a él y a Cortázar, el director del a Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, Juan Carlos Prieto, quien agradecía el apoyo institucional, el trabajo de equipo con la Universidad de Cantabria y “el compromiso y la implicación” del alumnado, “vosotros – aseguraba – sois los verdaderos protagonistas de las jornadas”.
Rememorando las antiguas romerías del románico
El Seminario de este año ha coincidido con la celebración del cuadragésimo aniversario de la creación de la Asociación de Amigos del Monasterio, origen de la Fundación Santa María la Real. Para rememorar aquel movimiento que sirvió para revitalizar el viejo cenobio premostratense y convertirlo en un auténtico dinamizador cultural, las jornadas se han clausurado con un guiño a las antiguas romerías del románico.
Su artífice, el fundador de la institución, el arquitecto José María Pérez ‘Peridis’ ha sido el encargado de guiar a los alumnos por las diferentes estancias del monasterio, acompañado además por un “improvisado” cuarteto musical, integrado entre otros por los músicos Emilio Navidad y Jaime Martín, director del Festival de Santander, quienes, en su momento, también colaboraron con las primeras romerías que unían, tal y como recordaba Peridis, “música y patrimonio”.
Aquellos festivales sirvieron para dar validez a la máxima de Unamuno ‘Hasta una ruina puede ser una esperanza’ y dieron vida al viejo cenobio, conocido por entonces como el “convento caído”. La historia de aquellos días ha sido recupera por Peridis en su último libro, que toman por título las palabras del autor bilbaíno y que se presentó ayer por la tarde en el refectorio del monasterio de Santa María la Real.