Este año se cumple el décimo aniversario de la primera intervención arqueológica que se llevó a cabo en Monte Bernorio. Por este motivo, recientemente el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia, Luis Domingo González visitó el yacimiento arqueológico, junto a uno de los directores de las obras, Jesús F. Torres, y la arqueóloga del Servicio Territorial de Cultura de Palencia, Cristina Lion. El motivo de dicha visita fue comprobar los trabajos realizados hasta la fecha y las obras a acometer en un futuro.
El yacimiento arqueológico, ubicado en Villarén De Valdivia, ha sido objeto de diversas campañas de intervención desde 2004, lo que ha permitido conocer en profundidad uno de los yacimientos más interesantes de la Edad del Hierro en el sector norte de la meseta.
Bajo la actual dirección de Martín Almagro Gorbea, además de Jesús F. Torres, se han localizado niveles de habitación de la Segunda del Hierro, a los que se superponen niveles ya romanos, así como un sistema defensivo de enorme interés, con murallas y foso. También se han recuperado materiales arqueológicos de gran interés en el que destaca la llamada ‘tésera de la hospitalidad’
Tésera de la hospitalidad
La ‘tésera de hospitalidad’, hallada en las excavaciones en el año 2012, es un excepcional documento fechado entre el siglo II y el I a.C. Simboliza un pacto de hospitalidad en un ‘contrato’ por el que dos partes se comprometen a dársela mutuamente.
La importancia de esta pieza radica en que se trata de uno de los documentos escritos más antiguos conservados de este momento en todo el norte de la Península Ibérica. Contiene un breve texto de tan solo tres palabras escrito con alfabeto ibérico pero en lengua céltica. En este texto se alude a un pacto de hospitalidad con una comunidad o etnia de la que no resulta posible conocer el nombre al ser este una palabra que aparece incompleta.
La pieza presenta las características formales propias de las téseras de hospitalidad del ámbito hispano céltico, lo que también corrobora su texto. Se trata de un modelo de tésera de tipo figurativa y en lámina plana, que representa icónicamente un cerdo con una decoración que recrea elementos propios de este tipo de animales. La pieza conserva un orificio de los dos que originariamente tendría y que servirían para encajarla con otra gemela.
Otro de los elementos excepcionales es su carácter de ‘tésera cortada’ por su mitad transversal. Esto indicaría que la pieza ha sufrido una ceremonia de finalización o anulación del pacto. Por otro lado, la tésera demuestra que la lengua que estas gentes hablaban era una lengua céltica ya que el texto, claro y fácilmente legible por especialistas, no deja lugar a dudas.
La pieza ha sido restaurada atendiendo a tres fines: una adecuada limpieza, correcta lectura y apropiada conservación. Los primeros pasos estuvieron dirigidos a la limpieza del objeto, un proceso delicado dado que solo puede llevarse a cabo una vez. Posteriormente, a medida que el proceso ha ido avanzando, los restauradores del Museo de Palencia, donde ha estado expuesta, establecieron protocolos analíticos para conocer su composición metálica, los productos de corrosión, y la distribución de estos en el interior del objeto. En este último paso se pudo conocer que el grado de alteración era escaso y tenía una excelente conservación metálica. Estos pasos han permitido dejar a la vista las superficies originales de la pieza, utilizando productos para evitar corrosiones.