Volver por una tarde a sus pueblos de origen, recorrer sus calles y vivir una experiencia diferente y motivadora. Es el objetivo con el que hace ya cuatro años, los centros Tercera Actividad de atención a personas mayores y/o dependientes que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo (Palencia) y Valdelafuente (León) comenzaron con el programa “Nuestros Mayores Viajeros”. Este verano, vuelven de nuevo a estar en ruta.
“Iniciamos el programa en Aguilar y el resultado fue tan bueno que, posteriormente, lo extendimos a nuestro centro de León”, recuerdan desde Tercera Actividad. “A lo largo de estos cuatro años de viajes, hemos recorrido muchos lugares, a algunos volvemos cada año y la experiencia siempre es diferente y enriquecedora, porque cambian los participantes, las personas que nos acompañan y las que nos reciben al llegar al pueblo”.
La Ojeda
Este año, el primer destino para los viajeros aguilarense ha sido la comarca de La Ojeda. Un grupo integrado por casi 40 personas, entre mayores, personal de Tercera Actividad, familiares y voluntarios recorrió la comarca para descubrir algunos de sus templos románicos más emblemáticos. La primera parada indispensable fue Moarves de Ojeda, desde donde cogieron la carretera a Payo, el pueblo de Mercedes, una de las residentes que, cómo no, ejerció de guía, mostrando al grupo la fuente de los caños, la panadería, la antigua fragua o la casa donde vinieron al mundo ella y sus 11 hermanos.
De allí a Perazancas, el pueblo de Teresa, una de las residentes, y Ángela, fisioterapeuta de Tercera Actividad, donde José, custodio de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, les mostró orgulloso este edificio que data del siglo XII y que se abre aún con una vieja y pesada llave de forja. Para finalizar la tarde, una buena merienda a la sombra y en la mejor compañía para departir e intercambiar impresiones, risas, canciones y chascarrillos.
Entre el Esla y los Oteros
A unos kilómetros de distancia, en Valdelafuente, León, otro grupo, integrado, en este caso, por una docena de personas iniciaba una ruta cultural y gastronómica “entre el Esla y Los Oteros”, explorando lugares emblemáticos, rememorando experiencias y creando nuevos recuerdos. Así, por ejemplo, visitaron el impresionante castillo de Valencia de Don Juan, donde Eugenia, una de las residentes, maestra y amante de la historia, hizo de guía. Además, pudieron recorrer varias bodegas excavadas y seguir las fascinantes explicaciones de Jacoba, una residente oriunda del lugar. Conocieron la quesería artesana Praizal en Jabares de los Oteros, gracias a Pilar Blanco y su equipo, familiares de una de las gerocultoras de Tercera Actividad.
Lo más importante, tanto en uno como en otro recorrido, es que los participantes pudieron disfrutar de una jornada cargada de historia, cultura y sabor que quedará en la memoria para siempre. ¿Lo mejor? La aventura continua y “Nuestros Mayores Viajeros” seguirán su recorrido por los pueblos del entorno durante los meses de julio y agosto.