Las nueve mujeres que comenzaron el programa mixto de atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, han finalizado con éxito su participación en este certificado de profesionalidad, impartido en el centro de atención a personas mayores y/o dependientes, Tercera Actividad, que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo.
El certificado, financiado por la Junta de Castilla y León, tiene unos índices de inserción laboral superiores al 75% y, sin duda, algunas de las alumnas de esta edición lograrán un contrato laboral en el sector en los próximos meses.
Su preparación para lograrlo, no puede ser mejor. Durante seis meses, 900 horas, han combinado teoría con práctica en Tercera Actividad. “El programa se compone de cuatro módulos educativos: dos enfocados en aspectos psicosociales y de gestión, y otros dos centrados en higiene alimentaria y cuidados sanitarios. Una formación que permite a las participantes aprender a proporcionar el cuidado más apropiado a las personas dependientes, al margen de su edad o grado de dependencia”, explican desde Tercera Actividad. Así, han adquirido habilidades para asistir a personas mayores o dependientes en diversas actividades diarias, como movilización, higiene y alimentación.
Otro de los aspectos importantes es la capacitación de las participantes para mejorar la comunicación, brindar apoyo emocional, fomentar el ánimo y proporcionar compañía las personas dependientes. Así, al término del curso, serán capaces de identificar cualquier cambio relevante que requiera una atención más especializada.
Múltiples salidas profesionales
“Lo más valorado de la formación es la oportunidad de aplicar desde el inicio los conocimientos adquiridos y las múltiples perspectivas profesionales que este certificado ofrece”, afirman desde Tercera Actividad. De hecho, el certificado que les acredita como profesionales de la atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales les da acceso no solo a instituciones, ya sean residencias, centros de día u otras, sino también a desempeñar tareas de cuidado cualificado en el hogar. Un sector en el que existe una gran demanda de empleo, especialmente para gerocultores capaces de ofrecer una atención personalizada, cercana y profesional.
“Si nos basamos en las ediciones anteriores del programa, vemos que muchas de las personas que han participado logran obtener un empleo”, señalan los responsables de la iniciativa, para destacar que “más del 75% de las personas que formaron parte de las últimas ediciones están actualmente empleadas en residencias o brindando asistencia en domicilio. Además, en Tercera Actividad, un 40% del personal está compuesto por trabajadoras que se formaron a través de este ciclo oficial”.
Por si todo esto fuese poco, durante su participación en el programa, las participantes han contado con un contrato de formación a jornada completa con cotización en la Seguridad Social y han recibido el salario mensual correspondiente al 100% del importe del salario mínimo interprofesional. Datos muy positivos que logran que la nueva convocatoria del programa que arrancaba esta semana esté también completa.