La Asociación de Vecinos de Orbó ha solicitado al Ayuntamiento de Brañosera la suspensión de las actividades de caza en las inmediaciones del casco urbano de Orbó, debido al peligro que supone para los vecinos.
“Sr. alcalde del Ayuntamiento de Brañosera:
Como ya hemos manifestado en otras ocasiones a la alcaldía, la Asociación de Vecinos de Orbó no está de acuerdo con el desarrollo de actividades de caza en las inmediaciones del casco urbano de Orbó y dado que hasta la fecha no se ha tomado ninguna medida y se sigue con esa práctica, con el peligro que supone para el vecindarios, queremos exponer una vez más nuestras reclamaciones, que se resumen en que deben tomarse con urgencia las medidas de seguridad pertinentes, que se incumplen con demasiada frecuencia.
Los días de batida rara vez se señaliza esta actividad en los caminos ni en los senderos de acceso al monte, debido a lo cual es habitual que vecinos o senderistas se tropiecen en mitad del monte con los cazadores, con el consiguiente riesgo, más aun teniendo en cuenta que anualmente, según el gobierno, mueren en España en torno a 10 personas por accidentes de caza y hay unos 50 heridos relacionados con la misma actividad, aunque es verdad que las cifras que se barajan suelen ser muy contradictorias, elevándose, según algunos medios, a 50 muertos anuales.
Del mismo modo queremos señalar que los puestos de los cazadores se suelen situar al lado de los caminos y carreteras, como ya se ha denunciado ante el SEPRONA en más de una ocasión. Asimismo, durante las cacerías, los cazadores no guardan la obligada distancia de seguridad con el casco urbano, algo especialmente grave, en cuanto que el caserío está en el centro del área de caza y es tan pequeño que diríase que queda incluido dentro del propio espacio de montería. Si se tiene en cuenta que una bala perdida puede recorrer 1,5 km, es casi milagroso que no haya habido ya un accidente.
Con el rececho del corzo ocurre otro tanto, se hacen disparos sin comprobar si hay personas o animales cerca, y también se lleva a cabo en las cercanías del pueblo.
Hay que vivir en Orbó para comprobar lo cerca que llegan a sonar los disparos.
Así las cosas, creemos que la principal prioridad es salvaguardar la seguridad de las personas, por lo que rogamos que se tomen las medidas oportunas, ya que durante la temporada de caza los vecinos, si no quieren verse expuestos a posibles accidentes, casi no pueden salir de sus casas. Igualmente resulta muy limitante que no se pueda disfrutar de los maravillosos entornos del pueblo, no solo ya los propios vecinos, sino los senderistas que los fines de semana se acercan a pasear por el monte y que, no hay que olvidarlo, también son un recurso económico para la zona.
En numerosas ocasiones, desde ese ayuntamiento, se ha señalado la escasísima aportación que para las arcas municipales supone la explotación cinegética del coto de Orbó. Si es así, nos preguntamos, ¿merece la pena entonces el riesgo de accidentes que se corre a cambio de casi nada?, ¿no sería mejor dejar el territorio de Orbó como espacio libre de caza?
Confiamos que haya en esa corporación la suficiente sensibilidad para que las cuestiones que aquí se plantean se tengan en cuenta y se tomen, cuanto antes, las medidas oportunas. Sería triste que algún día tengamos que lamentar una desgracia y que haya que esperar a que eso ocurra para reaccionar.
Un cordial saludo.
Fdo.: Manuel Pastor
Secretario de la A. de VV. de Orbó·