El equipo del Plan de Intervención Románico Norte, promovido por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, ha comenzado la restauración de la iglesia de la localidad burgalesa de San Martín el Rojo. La actuación, ejecutada por técnicos de la Fundación Santa María la Real, servirá, entre otras cosas, para corregir las deficiencias estructurales que actualmente presenta el edificio, evitando así una mayor degradación.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de San Martín del Rojo es un edificio de una nave, con espadaña a los pies, torre de acceso al campanario, pórtico y sacristía. Cuando se realizaron los estudios previos, el templo presentaba un preocupante estado de conservación, derivado de la progresiva despoblación de la localidad y de la ausencia de culto.
Los estudios han servido para detectar grietas, deformaciones de elementos estructurales y otro tipo de lesiones que, de no ser corregidas, podrían derivar en la ruina del edificio. A todo ello hay que sumarle, los problemas de filtración de la cubierta, que han ocasionado la degradación del pórtico, de los acabados interiores y la aparición de humedades en la sacristía, bóvedas y en el coro.
La intervención paso a paso
Para solventar estos problemas se actuará en la cubierta, reparando todos los elementos en mal estado, introduciendo una lámina impermeabilizante y aplicando tratamientos protectores a la madera. Se tendrá especial cuidado en los encuentros de la nave con las cornisas y los elementos añadidos, para conseguir un correcto aislamiento. En el área del ábside se realizará un zuncho perimetral para consolidar la cornisa antes de la reposición del tejado. Paralelamente, para consolidar los arcos y bóvedas de la nave, se llevará a cabo una intervención basada en la aplicación de morteros reforzados con tejido técnico de fibra de basalto anclado a las zonas afectadas.
En la sacristía, cuyo espacio interior es el más afectado por las deficiencias en la cubierta, se intervendrá renovando el acabado de los paramentos y sustituyendo la tarima por un nuevo suelo continuo de tipo ‘opus signinum’ o solado a la romana.
Para finalizar, las carpinterías de las ventanas que se encuentren en mal estado serán sustituidas por placas de alabastro. En cuanto a las puertas, se restaurará la principal mientras que en la torre se instalará una nueva reja exterior de acero laminado.
En el exterior del templo se procederá a la eliminación de la vegetación que crece incontrolada en el entorno y que ha colonizado diversos elementos del edificio. Igualmente, se renovarán los revocos y las juntas de sillares y arcos.
Brigadas de voluntarios
Al margen del grado de deterioro que presenta el edificio, cabe destacar la gran labor que a lo largo de los últimos años ha venido desarrollando el párroco de la zona, quien se ha encargado de organizar una serie de grupos o ‘brigadas’ de voluntarios que periódicamente se ocupan de la limpieza del templo, manteniéndolo así en perfecto estado de revista, pese a las deficiencias estructurales.