El pasado sábado tuvo lugar en el Espacio Cultural Cine Amor de Aguilar un debate en torno al papel que las mujeres juegan actualmente en el cine español. Un acto que contó con la presencia de Rosario Pardo, actriz conocida por su intervención en ‘Cuéntame’ e intérprete del bello corto que se proyectó previamente ‘Desayuno con diadema’; Lucía Solana, barruelana de ascendencia, técnica en efectos especiales de maquillaje y empresaria del sector; y Luz Martínez Ten, sindicalista de UGT y promotora del documental ‘Las Maestras de la República’.
El acto, que fue presentado por la presidenta de la Asociación de Mujeres por la Igualdad Tejiendo Cambio’ de Aguilar y contó con la moderación de Begoña Calvo, comenzó de la mano de Luz Martínez Ten. La ponente contó el proceso absolutamente artesano de la creación de ‘Las Maestras de la República’, un documental sobre las mismas recientemente premiado en los Goya de este mismo año. Un trabajo realizado en colaboración con Pilar Pérez Solano en el que se pone en valor el papel que jugaron esas maestras durante la República, importantísimo y nunca suficientemente valorado.
Continuó Lucia Solana explicando previamente su ascendencia palentina –de Barruelo de Santullán más concretamente- para, después de visionar un vídeo sobre algunas intervenciones de su empresa en distintas películas, como la última de Isabel Coixet ‘Nadie quiere la noche’ por la que recibieron también el Goya al maquillaje-, explicar su formación artística en Bellas Artes lo que la ayuda en esta actividad “un tanto escultórica” como es la de los efectos especiales de maquillaje. Una actividad que comparte con su pareja y socio Pablo Perona.
Finalmente, la actriz Rosario Pardo -también jurado de la XXV edición del FICA- reivindicó con vehemencia la lucha en favor de la mujer aún hoy porque “ellas son las que guardan la memoria y poseen la información para escribir la historia”. Rosarió Pardo también propuso elevar a ‘Cuestión de Estado’ la maternidad que tanto se interpone en la paridad y el acceso de la mujer a cualquier puesto de responsabilidad en los que es evidente la supremacía de los hombres y mostró su pesimismo sobre el inmediato futuro que nos espera en este sentido al observar que no se está haciendo nada por remediar esta lacra.
El interesante debate posterior, en el que se ofreció el apabullante dato facilitado por la OIT de que a este paso, y si no se toman medidas, tardaremos 500 años en acceder a la igualdad, contó con la colaboración de los asistentes.