Nueve personas, siete mujeres y dos hombres, han participado en la última ronda del programa mixto de formación y empleo “atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales”, financiada por la Junta de Castilla y León. Siete de ellos han logrado completarlo con éxito.
Durante seis meses, se han formado y han trabajado con el equipo del centro Tercera Actividad que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo.
“Como auxiliares sociosanitarios han adquirido no solo conocimientos técnicos, sino también habilidades humanas que son esenciales en el cuidado de personas dependientes”, afirman desde Tercera Actividad. Gracias a ello, seis de los participantes se incorporarán de modo inmediato al equipo de la Fundación Santa María la Real. Cinco continuarán su andadura en Tercera Actividad y uno en el proyecto “Repuebla Calahorra de Boedo”, dirigido a mejorar la calidad de vida de los habitantes del municipio y a atraer nuevos pobladores.
Desde la Fundación recuerdan que el programa completo, financiado por la Junta de Castilla y León, se ha divido en dos cursos, de seis meses de duración cada uno, entre marzo de 2024 y febrero de 2025. En total, 18 participantes, de los cuales “más de un 60% han encontrado trabajo en el sector”.
900 horas de formación teórico – práctica
Es, sin duda, la mejor recompensa, al esfuerzo y el compromiso que han demostrado a lo largo de estos meses. No en vano, el programa abarca un completo plan de 900 horas de formación teórica y práctica. En concreto, se imparten cuatro módulos educativos: dos enfocados en aspectos psicosociales y de gestión, y otros dos centrados en higiene alimentaria y cuidados sanitarios.
“Gracias a este programa ahora somos conscientes de que el cuidado y atención de personas dependientes requiere de vocación, conocimiento y profesionalidad”, aseguraban los participantes durante el acto de clausura del programa. “Nos sentimos orgullosos del esfuerzo y dedicación de cada uno de nosotros durante estos seis meses de formación”, añadían.
Su participación les ha brindado “herramientas fundamentales” y, sobre todo, les ha permitido “aplicar lo aprendido en situaciones reales, para mejorar nuestras habilidades y reforzar nuestra confianza”. No en vano, el programa les capacita para asistir a personas mayores o dependientes en diversas actividades diarias, como movilización, higiene y alimentación. Se trabaja, igualmente, para mejorar la comunicación, brindar apoyo emocional, fomentar el ánimo y proporcionar compañía.
Múltiples salidas profesionales
Como demuestra esta edición, lo más valorado siempre es la oportunidad de aplicar desde el inicio los conocimientos adquiridos y las múltiples perspectivas profesionales que ofrece el certificado. Más del 70% de las personas que formaron parte de las últimas ediciones están empleadas en residencias o brindando asistencia a domicilio. De hecho, en Tercera Actividad, un 50% de la plantilla proviene de este ciclo oficial.
Una formación que les da acceso no solo a instituciones, como residencias o centros de día, sino también a desempeñar tareas de cuidado cualificado en el hogar. Un sector en el que existe una gran demanda de empleo, especialmente para gerocultores capaces de ofrecer una atención personalizada, cercana y profesional.