Resulta difícil de entender lo que ocurrió en la tarde de ayer en el estadio Adolfo Suárez de Ávila, donde el partido entre el equipo abulense y el CD Aguilar pasará a los anales de la historia del fútbol como una de las peores fallos arbitrales.
Los aficionados del Ávila se marcharon de su estadio con la convicción de que su equipo había vencido por 2-1 al Aguilar. Sin embargo, los que hayan visto el partido y los que no, verán en muchos medios que el resultado reflejado por el árbitro fue finalmente el de empate a un gol. O al menos eso es lo que reconsideró el zamorano Vaquero Girón, que sobre el campo dio la victoria al Ávila, pero que en su acta arbitral, entregado posteriomente, daba como resultado un empate a uno a expensas de las reclamaciones del Real Ávila. Será el Juez Único de Competición quién determine el resultado final sobre lo ocurrido.
La jugada de la polémica se produjo en las postrimerías del encuentro. Era la última jugada del partido y el Real Ávila se volcaba sobre el área del Aguilar para rematar un corner. El jugador abulense Tirso remató un saque de esquina a gol pero un defensa aguilarense logró sacar el balón en la línea de gol y el árbitro señaló el final del partido. Los jugadores del Aguilar, conscientes del empate cosechado, abandonaron el campo hacia el túnel de vestuarios, pero el colegiado se quedó hablando con el línea, que tenía la bandera levantada, y decidió conceder el gol tras el pitido final y ya sólo con los jugadores del Ávila sobre el terreno de juego presionando al colegiado y el juez de línea para que diese el posible gol fantasma por válido.
Los jugadores del Aguilar se fueron a los vestuarios conscientes del valioso punto obtenido ante el tercero de la clasificación en su feudo, mientras los jugadores del Ávila pedían al árbitro que atendiera la llamada de su asistente, que desde la polémica jugada permanecía inmóvil con la bandera levantada. Consultó Girón con su asistente y acto seguido dio por bueno el tanto de Tirso entre la alegría sobre el césped de los jugadores abulenses.
Levantaban los brazos con rabia los jugadores del Ávila tras los noventa minutos reglamentarios sabedores de los tres puntos tenían mucha importancia . El Aguilar se había puesto por delante en el marcador por mediación de su reciente fichaje invernal Alejandro Conde en el minutos 24 que suponía el 0-1, y Emilio allanó el camino en el 37’ gracias al empate y Tirso puso, lo que entonces parecía, el tanto de la victoria en el 94’.
Hora y media después de terminar el partido, Vaquero Girón entregó un acta a los clubes donde daba como bueno el empate. El colegiado se basa, en el documento redactado, que el empate es el resultado que debe dar por válido dado que es el marcador existente una vez que el pita el final del partido, aunque añade que su asistente, una vez señalado el pitido final, indica un gol legal que el árbitro no pude ver. Un documento con el que el colegiado zamorano asegura que deberá ser a partir de este momento el Juez Único de Competición el que decida el marcador final.
Aún en puestos de descenso
Tras la disputa de esta jornada, y a expensas de lo que el juez único de competición pueda determinar, el Aguilar continua ocupando puestos de descenso, tanto si se decide que el partido se da por peridido como si se le otorga el empate, ya que de ese modo pasaría a tener 24 puntos empatadocon el Atlético Tordesillas, aunque con el gol average particular perdido por el momento.
En cuanto a los equipos que están inmersos en la misma lucha que el Aguilar, ninguno pudo ganar. el Burgos promesas no disputó su partido ante el Cristo Atlético debido a la nieve, y el CD La Granja cayó de nuevo por 2-0 ante la Virgen del Camino y confirma su caída en picado hacia los puestos de descenso con once partidos sin conocer la victoria.
El próximo rival que visitará el Alberto Fernández será el equipo del Íscar, que actualmente se encuentra en una comodísma plaza del grupo, séptimo con 44 puntos tras empatar ante el Béjar Industrial, y que llegará a Aguilar acumulando cinco partidos sin conocer la derrota y con el precedente del empate a un gol cosechado por el equipo de Luis Sierra en tierras pucelanas durante la primera vuelta.