La Sociedad de Cazadores Bernardo el Carpio ha hecho una llamada de atención sobre el problema del furtivismo en el norte de Palencia, así lo explican en el siguiente comunicado:
“Se preocupan por el mantenimiento de los bosques y del equilibrio cinegético del Norte de Palencia. Pagan sus cuotas religiosamente a los ayuntamientos para poder practicar la caza y por ello les preocupa la actividad de quienes cazan de forma ilegal, nuevos furtivos, que solo ven en los animales un trofeo y no respetan los montes o lindes de cada coto, ni los horarios o los cupos establecidos por cada sociedad de cazadores.
En los últimos años, aseguran, ha aparecido un nuevo tipo de furtivo que ya no caza para alimentarse o para sobrevivir, sino que llega a los cotos en su coche y busca llevarse un “trofeo”. Es esta acción la que les perjudica, no solo económicamente, sino también desde el punto de vista medioambiental y de seguridad y contra ella alzan la voz. “Nosotros nos ocupamos de mantener y acondicionar los manantiales para que los animales puedan abastecerse, recuperamos caminos y senderos y, en determinados momentos, llevamos alimento para que la caza menor (perdiz, codorniz, conejo y libre) pueda sobrevivir al crudo invierno”, aseguran desde la directiva del coto 10.900 que abarca terrenos de Aguilar de Campoo, Lomilla, Olleros, Matamorisca, Matalbaniega, Corvio, Foldada y Villaescusa de Aguilar.
En su coto solo puede cazarse domingos y festivos de 8.30 a 14.30 h., mucho menos de lo legalmente permitido, porque quieren mantener el equilibrio cinegético de la Montaña Palentina. Sin embargo, lamentan que sus esfuerzos son vanos, dado que en los últimos años ha aumentado el número de furtivos, que no respetan ni horarios, ni reglas y que “perjudican al resto de cazadores y a los pueblos”. “Ya no es solo que cacen y acaben con determinadas especies o mermen el número de animales, sino que además constituyen un peligro para los vecinos, para quienes van a pasear al monte”, aseguran. El peligro estriba en que cazan de forma ilegal y a deshora, fuera del horario habitual del coto.
Como medida disuasoria, los cazadores legales, los socios del coto, hacen rondas con sus vehículos por sus manchas, han dado aviso a guardas y al SEPRONA e incluso les han facilitado las matrículas de los “ilegales”, pero se ven desbordados, porque la ley establece que para poder penalizar al furtivo has de “pillarle” en el momento mismo en el que delinque y eso es muy difícil. Solicitan, mayor apoyo por parte de las autoridades competentes para entre todos, acabar con el “furtivismo y la caza ilegal en el Norte de Palencia”, concluyen”.