El Ayuntamiento del Real Valle de Valderredible, gracias a una subvención de la Consejería de Educación, Formación Profesional y Turismo del Gobierno de Cantabria, a través de la Dirección General de Turismo, ha iniciado esta semana el proyecto de rehabilitación integral del antiguo lavadero de Rocamundo, adjudicado a la empresa Cuatro Aguas por un importe total de 33.880 euros, consistente el picado y rejunteo de las paredes, la construcción de una cubierta, la impermeabilización del edificio y la instalación de bancos de madera para embellecer el entorno.
Con esta actuación, subrayó el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, se persigue un “triple objetivo” para continuar con la política municipal basada en “la conservación y recuperación de antiguas edificaciones (especialmente las que poseen un rico valor etnográfico), la recuperación de una zona de esparcimiento y la mejora de infraestructuras de los pueblos del municipio”.
Una iniciativa para poner en valor el patrimonio arquitectónico de ‘El Valle’, en sintonía con la idea planteada hace más de un año por el presidente de la Junta Vecinal de Rocamundo, Carlos López, cuando propuso al Ayuntamiento la redacción de este proyecto “que dignifica un edificio simbólico muy apreciado por nuestros vecinos”.
En este sentido, tanto Fernández como López agradecieron a la consejera Marina Lombó y a la directora general de Turismo, Eva Bartolomé, su apoyo para reconstruir el lavadero, “demostrando así su sensibilidad por la conservación de nuestro amplio patrimonio para disfrute de vecinos y turistas y contribuir así a hacer de este valle un lugar todavía más atractivo”.
Descripción de la obra
El proyecto de rehabilitación integral del antiguo lavadero de Rocamundo contempla en un primer momento el desmontaje del muro de piedra y la demolición del muro de mampostería situado encima de los cargaderos de madera, así como de una parte de la base del lavadero para reconstruirlo y el picado de juntas entre piedras para el rejuntado posterior.
En cuanto a la estructura, se construirá una cubierta con madera laminada y se instalará un entablado de madera machihembrado sobre la que se colocará la placa bajo teja y la teja que será del tipo árabe vieja. Asimismo, se sustituirán los antiguos cargaderos por unos de madera laminada y se construirá el muro de piedra necesario hasta igualar la cota con el resto del muro.
La instalación constará de una tubería de PVC liso de 40 mm de diámetro que sirva tanto de rebosadero como de desagüe, y se revestirá tanto el interior como el exterior del lavadero para asegurar su estanqueidad.
Finalmente, el entorno del lavadero se equipará con dos bancos de madera y forja para embellecer este espacio y dotarlo de un área de esparcimiento.